La apertura del parque Tony Gallardo se aplaza una vez más, al menos hasta el próximo mes de abril, a la espera de una nueva modificación del proyecto y de la consignación de una partida de 85.000 euros en el Presupuesto del Cabildo de Gran Canaria de 2018, lo que eleva la inversión a un total de 2,2 millones de euros. La rehabilitación de este jardín botánico de San Bartolomé de Tirajana, situado junto al Oasis de Maspalomas, acumula dos años de retraso, pues los trabajos debieron iniciarse en 2014 y concluir dos años después.
En una resolución del pasado 22 de diciembre, el consejero insular de Medio Ambiente, Miguel Ángel Rodríguez, amplió hasta el 30 de abril de 2018 el plazo de ejecución de las obras, encomendadas a la empresa pública Tragsa, y justificó la nueva demora en "la tramitación administrativa del expediente de modificación del proyecto inicial, cuya aprobación se prevé para el mes de enero de 2018, quedando consecuentemente supeditada la aprobación del proyecto modificado, cuyo importe se estima en 85.000 euros, a la consignación de crédito presupuestario adecuado y suficiente".
La resolución del consejero de Medio Ambiente especifica que ha quedado acreditado que "los retrasos producidos en la ejecución de las obras no son en modo alguno imputables a la empresa encomendataria".
El parque Tony Gallardo, considerado la joya botánica de la ciudad turística de Maspalomas, se creó en el año 1993 con un diseño del escultor grancanario. Desde entonces se han hecho varias reformas, pero solo ha permanecido abierto por breves periodos de tiempo por las disputas entre el Cabildo y el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana sobre quién debe ser el responsable del mantenimiento.
El anterior gobierno del Cabildo, presidido por José Miguel Bravo de Laguna, reinauguró el parque en septiembre de 2011, después de que el Consorcio de Rehabilitación Turística invirtiera 136.000 euros en su remodelación, pero el Ayuntamiento de San Bartolomé lo cerró a los pocos meses con el argumento de que no podía afrontar los costes de mantenimiento.
En mayo de 2013, el Cabildo decidió recuperar la gestión del parque y la entonces consejera de Medio Ambiente, María del Mar Arévalo, aprobó un proyecto para la limpieza, poda y restauración, que nunca se ejecutó. En diciembre de 2014, Bravo de Laguna presentó el actual proyecto de rehabilitación y destinó casi dos millones a las obras, 1.256.026 euros en el año 2015 y 740.000 en el 2016, pero inició los trabajos.
El actual gobierno de Antonio Morales, con Juan Manuel Brito como responsable de Medio Ambiente, aprobó una modificación en mayo de 2016 con el objetivo de reabrir el jardín a finales de 2017, lo que tampoco se consiguió.
