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Con mucho tino | Talento Gran Canaria (35)

Jonay Suárez convierte el inglés en un videojuego

El santalucence es cofundador y presidente de Wibbu Studios - Acaba de lanzar en EEUU un novedoso formato en 3D para enseñar idiomas de la forma más lúdica

Jonay Suárez convierte el inglés en un videojuego

Podría decirse de Jonay Benito Suárez Suárez que es la historia de un señor desinquieto. Nacido el 7 de enero de 1985 en Vecindario, Santa Lucía, realiza sus primeros garabatos en el colegio Tagoror de Cruce de Sardina, pasa luego al instituto de Vecindario y empieza su carrera en la ULPGC.

Pero enmedio disfruta de una niñez y adolescencia entre canchas de fútbol, cogiendo olas en Pozo Izquierdo, Playa del Inglés, el Faro de Maspalomas o por norte de la isla, pero también subiendo y bajando montañas en sus bicicletas. "De Vecindario a Teror, o de Fataga a Tunte por Ayagaures, para acercarme a Mogán o llegar hasta la presa de Soria".

"Un callejero, yo era un niño callejero, como me decía mi madre, y me lo pasaba muy bien con mi grupo de amigos". Y es que a Jonay Benito le gusta la gente, y de hecho se decanta por sacar la diplomatura en Trabajo Social, titulo que consigue compartiendo trabajo en el cine de Vecindario los fines de semana.

De aquél trasiego por los sures conoce a grupos de amigas con las que se cartea desde Alemania. "Me mandaban fotos de Navidad, con todo aquello nevado, y me daba una curiosidad tremenda por conocer otras culturas, otras formas de vivir y quería hacer algo por mi cuenta".

En 2008, "tuve la suerte de conseguir empleo en un Centro de Menores, pero era consciente que, por la convalidación de asignaturas, no podía conseguir un trabajo en el extranjero salvo que hagas un voluntariado, además de conocer el francés y el inglés".

Por este motivo se decide a emprender un postgrado en Administración y Dirección de Empresas, también en la ULPGC, "y me topé con una asignatura que me gustó muchísimo, Marketing, y a partir de ahí me busqué un master con un buen programa on-line por la Universidad Autónoma de Barcelona que podía pagar a plazos y que terminé en un año".

Se ve que le quedó corto porque aún tenía sed de marketing. "Así que me matriculo para sacar la licenciatura en Publicidad por la Universitat Oberta de Catalunya, (UOC), una institución privada on-line de muy buena reputación cuyos profesores son los propios creativos de multinacionales que te exigen muchas prácticas y aprendes un montón".

La termina ya en Inglaterra en 2012, empecinado en la "necesidad de cambiar y adquirir más conocimiento de lo que hay fuera".

El primer destino de ese periplo le lleva a Cheltenham, una rica ciudad balneario a la que llega con su 'flamante' inglés a conquistar Britania. "Yo pensaba que mi nivel de era intermedio, pero desde que llegué al aeropuerto algo empezó a fallar cuando me paró la policía, me inspeccionaron a la salida de la puerta, y yo no entendía nada de lo que decía. Me di cuenta que mi inglés, en aquél momento era bueno, sí, tanto como para fregar platos en el sótano de una cafetería".

Ahí estuvo. Un año y medio fregando platos. "Diez horas diarias con el estropajo en la mano no es para hablar inglés. Y lo que hacían mis compañeros, de los que me hice amigos, era ponerme papelitos en la pared con palabras y frases hechas. Especialmente gracias a un español, Jorge Granados".

A falta de lenguaje verbal, Jonay se comunicaba con sonrisas. "Era la época en la que solo decía of course -por supuesto- a todo. A mi jefe le gustó mi actitud y por fin salí del sótano a la primera planta para ejercer de camarero", donde la velocidad de aprendizaje aumentó exponencialmente.

Pero fue por las noches, después del trabajo donde todo cambió. "Tuve la suerte de conocer a un chico inglés, Dean Jacobs, que habla ocho idiomas, y que había estado viviendo en Madrid dando clases de inglés a españoles. Ahí se 'inventó' un curso basándose en los principales errores del aprendizaje, para corregir una serie de patrones".

Con él y juntos con otros dos compañeros, uno desarrollador y otro diseñador, Jonay pudo por fin materializar sus conocimientos en publicidad, marketing y administración y gestión de empresas creando una aplicación para móviles en la que se ofrece el mismísimo curso de inglés de Jacobs. Era el año 2013.

"Le llamamos Wibbu, y la idea nos dio acceso a un programa de emprendedores financiados por el Gobierno inglés, un programa que copia el formato de las aceleradoras de empresas de Silicon Valley, y que a través del cual recibes el apoyo de empresarios de éxito en su fase inicial. Así estuvimos viviendo seis meses en New Castle".

El hecho que es al poco de lanzarse comienzan a contabilizar "un montón de descargas de la aplicación. En dos meses logramos 200.000, era una exageración", explica Suárez.

El resultado es que los cuatro amigos comienzan a recibir inversiones de empresarios ingleses, "y en ese momento nos mudamos a Londres y comenzamos a añadir personal hasta hacernos con una plantilla de 16 trabajadores en el año 2016."

La concepción original ha ido perfeccionándose con el fin de enganchar a los estudiantes a través de una dinámica más lúdica, pero sin perder un ápice su objetivo pedagógico.

Un desarrollo que culmina en un vídeo juego en 3D, llamado Ruby Rei, basado de alguna manera en una suerte de Lara Croft que permite ir evolucionando el idioma a medida que se va avanzando en sus aventuras. El producto fue lanzado hace tres semanas en Orlando, Estados Unidos, y tiene tres partes. El vídeo juego propiamente dicho, unos cuentos interactivos adicionales que sirven para ampliar la historia y que permite indagar con mayor profundidad en el personaje, y un libro para el profesor con actividades para el aula.

Jonay Suárez ilustra que en estos momentos los colegios lo está probando para que cuando comience el ciclo de compras de material educativo en Estados Unidos, que es de mayo a junio, opten por adquirirlo, algo que supone una venta por licencias del orden de 200 a 300 unidades del tirón.

El grancanario sostiene que, "sinceramente, no he visto un formato de vídeo juego en 3D parecido al nuestro para aprender inglés".

De su experiencia en Inglaterra tiene dos mensajes. Una que tiene que ver con la concepción del título universitario, que en España es una condición imprescindible a la hora de emprender grandes proyectos, y que fuera no es así, ya que prima "la pasión que se pone en el trabajo, como se ejemplifica en nuestro equipo, donde tenemos enormes profesionales que no estudiaron las materias que ahora desarrollan". Por eso entiende que, "la universidad es conocimiento general y la posibilidad de conocer a otras personas pero no se debería vincular tanto con tu futuro profesional".

Y el otro mensaje tiene que ver con Canarias, "que es nuestro paraíso, pero que tampoco es el único que existe. Hay otros muchos fuera y hay que aventurarse en ellos". En este sentido tira de dicho: "el miedo es un mentiroso, porque no nos cuenta la verdad, y todas las ideas que se tiene en la mente, si se salva ese miedo, esa mentira, pueden ser realidad. Si quieres ser empresario, quizá no necesites ir a estudiar empresariales, sino comenzar vendiendo helados cerca de una playa". Además asegura que "de todos los canarios que he conocido por el mundo, no sé de uno solo que no quisiera volver antes o después, y eso es muy interesante porque todo el talento que se ha ido curtiendo en cientos de proyectos llegará un día en que se comiencen a implementar en el archipiélago"..., incluidos los de él.

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