El doctor José Monzón Álamo falleció el sábado en su domicilio familiar de Las Palmas de Gran Canaria rodeado del afecto y cariño de sus seres más queridos.

Nacido y criado en Gáldar, José Monzón, Pepe para los suyos, falleció como él quería. Y vivió como él quería. Desde niño se distinguió por su capacidad y su talento, siendo uno de los más jóvenes de España en conseguir la titulación universitaria de Medicina. En aquellos tiempos de efervescencia mostró su genio y su personalidad, y se negó a recoger el premio que le concedió el régimen de Franco por su brillante carrera universitaria. No dio un paso atrás y en su empeño de mejora y formación se especializó en medicina interna, psiquiatría y nefrología, ciencia esta última donde escribió una página en la historia de las Islas y una especialidad que había realizado durante el MIR en el Hospital General de Asturias, experiencia que le marcó para siempre.

Monzón Álamo fue un pionero de lo que hoy se denomina "turismo sanitario" desde el momento que estableció en una clínica un sistema de diálisis para que los turistas extranjeros no dejaran de venir a Canarias, aunque tuvieran que estar sometidos al tratamiento médico derivado de la insuficiencia renal.

Hace más de treinta años de aquella iniciativa que consagró, aún más si cabe, el prestigio del nefrólogo Pepe Monzón, que llegó a gestionar tres centros de diálisis, en Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura, donde atendió a pacientes del mundo entero. Si se destacó por el estudio y la dedicación a la profesión médica, también se le recordará por su encanto personal, sus habilidades sociales y su pasión por los viajes. Hombre bueno, apasionado por la Historia con mayúsculas, , disfrutó de la vida al máximo. Y tantos que le admiraron y quisieron aún escuchan en su corazón las canciones de su guitarra festiva y amiga.

El traslado de sus restos mortales se realizará hoy, a las 13.00 horas, desde su domicilio en la calle Fortuny, 5, donde se encuentra instalada su capilla ardiente, al cementerio de San Isidro de Gáldar, donde se procederá a su entierro.