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La almendra explota en la Cumbre

La suspensión de la fiesta no impide que los visitantes disfruten del almendro en flor en Tejeda

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Almendros en flor y tajinastes en Tejeda y Valsequillo

Tejeda se queda por primera vez en su historia reciente sin la tradicional fiesta del Almendro en Flor, que suele celebrarse entre finales de enero y febrero. Las condiciones meteorológicas de este año han impedido que la fiesta pueda tener lugar. El Ayuntamiento tejedense intentó por todos los medios encontrar una fecha para el evento más importante del pueblo cumbrero, pero después de aplazar la fiesta en dos ocasiones se ha visto obligado a cancelarla definitivamente. "Llevaba varias semanas en vilo, organizando y reorganizando la fiesta una y otra vez", reveló Maru Suárez, concejal de festejos del Ayuntamiento.

Comerciantes de Tejeda entienden la decisión tomada a cabo por los responsables municipales, pero insisten en que el evento se tendría que haber celebrado. Víctor Santana, del restaurante El Labrador, califica la cancelación como "una faena" para todo el municipio. "En Valsequillo la hicieron, incluso lloviendo", señala. Según Santana, las previsiones meteorológicas no pueden obligar a suspender un acto tan impotente para Tejeda. "El fin de semana pasado no se celebró porque dijeron que iba a llover y que coincidía con el Carnaval en la ciudad de Las Palmas y al final hizo buen tiempo aquí arriba", explica Santana, que pese a criticar la medida entiende la decisión. "Sé que el Ayuntamiento es el primero que no quiere suspender la fiesta, pero debería buscarle una fecha aunque fuese en marzo", añadió.

La edil Suárez explica los motivos por los que no se celebrará tampoco en marzo. "Tradicionalmente siempre ha sido a principios de año, cuando florecen los almendros", detalla, "y con las nevadas y el frío se tuvo que retrasar en dos ocasiones, e incluso se barajó la idea de que se celebrase el primer fin de semana de marzo, pero es que coincide con un encuentro de productos de la tierra". Según Suárez, la feria de San Mateo sería un primer escollo para llegar hasta la cumbre. "Con la carretera a Artenara cortada por el derrumbe, San Mateo se colapsaría y dificultaría poder llegar hasta Tejeda", declaró. José Antonio Quintana, hijo de Rosa Medina, de la Dulcería Nublo, explica que pese a la cancelación del evento el pueblo está repleto de visitantes. "Es un palo para todos, sobre todo para los que somos de aquí y los pequeños comercios", asegura Quintana, "pero estas semanas hemos estado recibiendo un flujo continuo de turistas y visitantes del resto de la isla". El joven también entiende la decisión del consistorio. "Se han dado varias circunstancias que han impedido que se celebre el evento, pero el almendro en flor sigue siendo un atractivo para los visitantes, que no paran de llegar estos días", explica Quintana.

La Dulcería Nublo estaba llena hasta la bandera, con una cola de clientes que llegaba hasta la acera. "Cada vez somos más conocidos y viene mucha gente a por nuestros productos", señala Quintana, que reveló que la dulcería tenía pensado contratar gente de refuerzo para el fin de semana del Almendro en Flor. "Al final no pudo ser, pero aún así estamos a tope", manifiesta.

Suárez explica que los comercios serán los que menos se vean afectados por la cancelación. "Está claro que algo notarán, pero los verdaderos perjudicados somos los ciudadanos y los artesanos, especialmente", dice la edil. "Hay que entender que la fiesta no se suspende por la lluvia, sino por un cumulo de cosas que han llevado a la cancelación", añadió. Suárez detalló que tuvo que llamar personalmente a muchas personas para mantenerlas al tanto de las decisiones que tomaba el Ayuntamiento. "Finalmente no quedo remedio, por desgracia para todos", sentencia Suárez.

Arístides Martín, artesano de Fijatetu en Tejeda, lamentó la decisión. "Nos quedamos todos con las ganas", aseguró. Aún así es optimista. "Se ha hablado mucho de la fiesta y ha venido gente a ver como están los almendros", señaló. Martín comprende la decisión y explica que "no se pudo hacer otra cosa". "Hay diferentes opiniones, el pueblo está dividido en eso, pero no se puede reprochar nada al Ayuntamiento", aseguró el artesano.

Los vecinos tejedenses también comprenden la suspensión. "Lo que no se puede es marear, pero el alcalde no tiene ninguna culpa", explicó Francisco Marrero, vecino del pueblo. Su mujer, Petra Díaz, opina de forma diferente.

"Tendrían que haberla hecho aunque fuese dentro de dos semanas, el pueblo tiene ilusión", asegura. "Pero es que ya está fuera de fecha, el tiempo y muchas cosas han afectado", replica Marrero. "Pero en Valsequillo se celebró hasta con lluvia", apunta su esposa. Precisamente en Tenteniguada, barrio valsequillero, esperan una temporada de la almendra floja. "Ha sido un verano muy caluroso y un invierno muy frío que han trastocado el ciclo de los árboles", desveló Elías Suárez, residente en El Rincón de Tenteniguada.

Árboles locos

El valsequillero reveló que muchos de los almendros que hay al pie del Roque Grande están enfermos. "No sé cuál es la enfermedad, pero es esa que deja rastros negros en sus troncos", relató. Suárez se refiere al pulgón negro, que también llegó a afectar a los almendros de Tejeda. "Se trataron todos para eliminarlo de los árboles de aquí", aseguró la edil tejedense. En Tenteniguada, bajo los roques, varios almendros presentan la presencia del pulgón negro. Además, el frío ha provocado que el tajinaste azul retrase su floración. "Es posible que hasta abril o mayo no florezcan los tajinastes", detalló Suárez. Las lluvias pasadas llegaron tarde, según los cultivadores de Valsequillo. Marcos Ramírez afirmó que el frío de este invierno ha estropeado parte de su cosecha de papas. "Aunque toda agua es bienvenida, tenía que haber llegado antes, porque tanto cambio no viene bien a los cultivos", explicó Ramírez.

Tanto Suárez como Ramírez lamentaron que Tejeda suspendiera la fiesta del almendro. "Porque seamos de Valsequillo no significa que queramos el mal a los demás, todo lo contrario", declaró Suárez, que continuó trabajando en sus cultivos. "Con tanto cambio en el clima los árboles y las frutas se están volviendo locos", sentenció Maru Suárez.

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