La larga espera de Pino y Balbina Sosa ha dado sus frutos, después de 81 años. Las primas de Las Chorreras, barrio de Arucas, recibieron hoy buenas noticias. El del padre de Pino, José Sosa Déniz, era uno de los quince cuerpos que se extrajeron del pozo de Tenoya durante las exhumaciones del año pasado que concluyeron en octubre. "Aún estoy en una nube, no puedo hablar", declara Pino después de conocer la noticia.

Pino y Balbina son, además de primas, la presidenta y vicepresidenta de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Arucas. Ambas emprendieron este viaje para conocer qué pasó con José Sosa después de que se lo llevaran de su casa la noche del 18 al 19 de marzo de 1937. "Se lo llevaron cuando yo tenía apenas 40 días de vida", explica Pino, que hoy ha puesto fin a una búsqueda que le ha llevado toda una vida. "Todos estamos muy nerviosos, llevamos esperando este día mucho tiempo", añadía Balbina.

Por el momento, tan sólo dos cuerpos han sido identificados de los quince que se recuperaron del pozo de Tenoya. "Queremos sacar e identificarlos a todos, esto no ha terminado", asegura Pino, muy emocionada por el momento. "Estoy temblando, no me lo creo", explica Pino.

Tanto Pino como Balbina esperan asimilar todo. "Estamos entre sufrimiento y alegría", describía Balbina. "Hasta con un poco de rabia", añadía Pino. Las primas esperan encontrar la paz con el descubrimiento y poder dar un entierro digno a su padre. "Pero esto no acaba aquí", manifestó Pino. "Ahora hay que abrir la Sima de Jinámar, la vuelta del francés y el pozo de Arucas para encontrar a los que faltan", señala Balbina.

El esfuerzo de ambas y de la Memoria Histórica ha visto hoy sus primeros resultados. "Son muchos años soñando con este día", afirma Pino. "Un momento, que además, nunca sabríamos si llegaría", detalló Balbina. Las primas Sosa han sido las primeras en saber los resultados de las pruebas de ADN hechas a los restos hallados en Tenoya. "Aún quedan muchos por identificar", sentenció Pino.