La borrasca Enma se ha revelado como la de mayor puntería de los últimos años, descargando considerables caudales justo en la diana de la isla interior, en las cabecera de los grandes, y hasta ahora, resecos embalses de Gran Canaria.

Desde primeras horas de la madrugada de hoy miércoles ha venido descargado de manera sostenida sobre las cotas más altas viradas al sur unos registros considerables, que ha convertido los pequeños afluentes en una suerte de rápidos que vienen a terminar en prácticamente todas las presas, con imágenes espectaculares de entrada a Chira o a Las Niñas, entre otras.

Cuando no barranco abajo hasta llegar al mar, como en el caso de Veneguera o en el barranco de Mogán, o el de Arguineguín, donde su velocidad es de un metro por segundo, puntos donde desde hacía muchos años no se presentaba una postal similar. Como también ocurre en la Charca de Maspalomas, que se abría al mar para evacuar los caudales que bajan por el cauce de San Bartolomé de Tirajana.

Los números provisionales en las primeras horas de la tarde de hoy son reflejo de esas ganas de Enma de enverdecer la isla, como los casi 80 litros por metro cuadrado recibidos en Cruz Grande, en lo alto de San Bartolomé de Tirajana, y que acumulados a los que ya han ido empapando la zona desde la primera entrega de esta serie de tres superan holgadamente los 200 litros por metro cuadrado.

De tal que todo hace prever que se superarán los 3.000 millones de litros de agua embalsada en los últimos días.

Pero Enma ha entregado esta fiesta de agua con cierta escandalera y con rachas de viento huracanado que ha llegado a los 135 kilómetros por hora en Izaña. Además ha soplado, sobre todo en el sureste con velocidades sostenidas de 60 kilómetros por hora, casi calcada a la que ha soplado en Agaete, y con puntas en estas dos zonas de 94 y 106 kilómetros respectivamente durante la madrugada de hoy, mientras que la capital grancanaria, situada en sotavento de este vendaval, ha vivido su particular oasis sin registrar ni un solo litro de agua, cielos despejados y episodios de viento puntuales pero sin superar los 48 kilómetros por hora.

Todo esto mientras se hundía una gabarra en Gran Tarajal, Fuerteventura, se tenía que proceder al cierre del puerto de Santa Cruz de Tenerife, así como el de Agaete, y se sucedían los desprendimientos en las carreteras del interior grancanario, como el caso de la que une Ayacata con Las Niñas, se caía un poste de luz en Valleseco, además de cancelarse varios vuelos entre La Palma y El Hierro, así como en Lanzarote.

Ello en un mediodía que tanto en esta última isla como en Fuerteventura se decidía suspender las clases, -en una jornada en el que la actividad lectiva quedó suspendida en todas las demás islas desde por la mañana-, además de todo tipo de actividades realizadas al aire libre. En este sentido el Cabildo de Gran Canaria ya había cerrado sus áreas recreativas y de acampada desde el martes dada la previsión apuntada por la Agencia Estatal de Meteorología.

En las próximas horas la situación, con un cambio de orientación de viento, que comenzará a rolar del oeste, siguiendo el dibujo de la cola de Enma, cuyo centro se encuentra más al norte de Canarias, se podrá notar más viento y más inestabilidad meteorológica en la capital grancanaria, así como en la vertiente norte, donde se podrán anotar algunas rachas significativas.

Además no hay que perder de vista el estado del mar, que se encuentra bajo aviso naranja en todo el archipiélago excepto en Gran Canaria, donde aparece en amarillo, por alturas de olas de hasta siete metros, lo que obliga a extremar la precaución tanto en el litoral como en navegación.

Tiempo en Gran Canaria (28/02/18)

El temporal Emma hunde una gabarra en Gran Tarajal

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