La estación invernal en Canarias, que concluyó a las 16.15 horas de ayer martes, fue más fría y lluviosa que la media de la última década y deja paso a una primavera en la que se prevén menos lluvias de lo habitual en esta época del año, por lo que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) recomienda "no echar las campanas al vuelo" por las precipitaciones caídas en los últimas semanas y hacer "un uso inteligente del agua".

Jesús Agüera, delegado territorial de la Aemet en Canarias, presentó ayer el análisis meteorológico del invierno de 2017-2018 y resaltó que, tras cuatro años de estaciones más calurosas de lo normal, en los meses de diciembre, enero y febrero se han registrado temperaturas más bajas que la media histórica, con anomalías térmicas de -0,7, -0,5 y -2 grados centígrados, respectivamente, llegando a los -3,5 grados en zonas de cumbre.

A modo de ejemplos, Agüera recordó que el mes de diciembre fue el más frío desde el año 2008, que el 29 de enero se registró una temperatura de -14,5% grados en el teleférico de El Teide o que el termómetro descendió hasta los 7,6 grados en el aeropuerto de Lanzarote el día 7 de febrero, la más baja desde que hay registros (1972).

El paso de una decena de borrascas, seis de ellas con nombre propio ( Ana, Bruno, Carmen, David, Emma, Félix y Gisele) han dejado más lluvias que en los años precedentes, con registros cercanos a los 400 litros por metro cuadrado en algunas zonas de medianías y cumbres de Gran Canaria, Tenerife o La Palma.

Sin embargo, otras áreas del sur de Gran Canaria, Lanzarote o Fuerteventura apenas han recibido 20 litros en todo el invierno. Por tanto, apuntó Agüera, la sequía se mantiene en la mayor parte del Archipiélago, pues la media "está por debajo del 75% de las lluvias que deberían caer." La previsión es que esta primavera que empieza sea "algo más cálida y seca de lo normal", por lo que se espera que aumenten mucho más las reservas de agua en las presas.

Borrascas

El mes de diciembre tuvo dos episodios significativos, uno de vientos fuertes del Este y calima de los días 5 al 10 y el paso de la borrasca Ana, con lluvias, viento y oleaje. Se ha catalogado como "frío a muy frío", con las temperaturas más bajas el día de Navidad. Sin embargo, el comportamiento pluviométrico fue de "normal a seco", pues no hubo precipitaciones apreciables.

En enero llegaron las primeras lluvias y se registraron seis episodios con avisos naranja o amarillos, incluida una Dana con rachas de viento superiores a los 130 kilómetros y una bolsa de aire frío que generó tormentas y la caída de las primeras nieves en las cumbres de Gran Canaria, Tenerife (74 litros en Izaña) y La Palma, así como granizadas a nivel del mar en Lanzarote. Agüera señaló que a final de mes ya se empezó a vislumbrar que este invierno iba a ser distinto al de los años precedentes.

Febrero fue el mes más lluvioso, con una vaguada los días 6 y 7 que volvió a dejar nieve en las cumbres y tres borrascas consecutivas, entre ellas la denominada Emma, con precipitaciones de hasta 70 litros por metro cuadrado en un solo día. El carácter fue de "muy frío a extremadamente frío", con 24 días de heladas en Izaña, y un comportamiento pluviométrico de "húmedo a muy húmedo". La borrasca Emma ha sido la más perjudicial, que provocó algunas inundaciones, vientos huracanados y problemas en el tráfico aéreo.

Este mes de marzo arrancó con un aviso amarillo por lluvias y continuó con el paso de las borrascas Félix y Giselle, con fuertes vientos y lluvias en las zonas orientadas al Sur, que apenas habían recogido agua en todo el invierno.

Pese a que las presas de Gran Canaria han recibido más de 16 millones de metros cúbicos y se encuentran ahora al 40% de su capacidad, el 53% en el caso de los siete embalses del Cabildo, Agüera explicó que la sequía que sufre el Archipiélago en los últimos años no se puede dar por acabada. "En el otoño hubo tanta escasez de lluvias que estamos incluso por debajo del 50% de lo normal en muchas zonas", añadió.

Primavera

Agüera, que presentó el análisis meteorológico junto a la delegada del Gobierno central en Canarias, Mercedes Roldós, comentó las primeras previsiones para esta primavera, aunque recordó que no se puede hacer una predicción a largo plazo. En referencia al informe del Centro Europeo de Meteorología, precisó que "hay que esperar valores de temperatura superiores a los normales en la mitad sur peninsular y en los dos archipiélagos mientras que en cuanto a las precipitaciones, en el suroeste peninsular y Canarias se esperan valores inferiores a los habituales". Por tanto, consideró que hay que continuar con "un uso inteligente" de las reservas de agua.