La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas ha suspendido el juicio previsto para este viernes contra el funcionario de Instituciones Penitenciarias de la cárcel de Juan Grande Raimundo C. R., acusado de haber cometido un presunto delito de abusos sexuales contra un preso y otro contra la Administración Pública, como consecuencia de la incomparecencia de dos testigos. Según el abogado de la defensa, tanto la posible víctima como el acusado han declarado en todo momento que los hechos por los cuales se acusa a Raimundo C. R. jamás ocurrieron.

El Ministerio Público había solicitado para el acusado cuatro años de prisión y cuatro años de inhabilitación por haber incurrido en un presunto delito contra la Administración Pública al solicitar asuntos sexuales al preso, y otros dos por prevalecerse de su clara situación de superioridad para obtener estos tratos. En su escrito de acusación, la fiscal detalla que su comportamiento consistía en tocamientos en la espalda, hombros, brazos, muslos y cuello, acompañado de besos y actitudes cariñosas.

La fiscal Evangelina Ríos interesó la suspensión del juicio al considerar que la comparecencia de de los testigos constituye una pieza relevante para la resolución de la causa. Según explicó el presidente de la sala, el magistrado Salvador Alba, uno de ellos, quien compartió celda durante ocho días con la presunta víctima de los abusos sexuales, ha trasladado su lugar habitual de residencia y no ha podido ser localizado. El otro, según han informado fuentes judiciales, ha renunciado a declarar como testigo.

Además, el relato del fiscal en su escrito de acusación sostiene que en varios ocasiones, comprendidas entre los días 8 de septiembre de 2015 y 16 de octubre del mismo año, el acusado compró numerosos productos como café o tabaco en el economato disponible en el interior de la cárcel de Juan Grande e introdujo del exterior otros como champús, tintes para el pelo o hamburguesas, elementos que facilitó posteriormente al interno. El abogado de la defensa explicó que, según la versión del acusado Raimundo C. T, los champús eran de su propiedad y solamente se los regaló al interno, "pero se ha interpretado que los entró desde el exterior".