Teror y Valleseco, con casi 20 litros por metro cuadrado acumulados esta semana, y con unas temperaturas mínimas que el pasado lunes en Llanos de la Pez apenas superaban los 3 grados centígrados, son sólo algunos de los puntos que están marcando un mes de mayo que que se suma a un primer trimestre de 2018 más frío. Esto a pesar que en el mundo se acumulan desde el pasado abril 400 meses con temperaturas por encima de la media, según el Informe Climático del Planeta.

El último episodio de precipitaciones débiles en la mitad norte de la isla, en un mes que sin embargo puede ser calificado de tranquilo, "sin avisos significativos," según detalla Jesús Agüera, delegado de la Aemet en Canarias, se debe a una borrasca que tiende a perder fuerza en las próximas horas, ubicada entre el archipiélago y la península, pero que ayer obligaba a activar el aviso naranja por fuertes tormentas en Madrid, y que se traducen en la atmósfera del archipiélago en la entrada de bandas de nubes "de bastante desarrollo, de hasta 2.000 metros de altitud cargadas de humedad y procedentes del Atlántico Norte". Más técnicamente se trata de cúmulos, frente a los estratocúmulos habituales que forman la panza de burro que se ancla sobre la capital y buena parte de las costa y medianía norteña.

La tendencia irá remitiendo, con cielos igualmente nubosos al principio y al final del día, sin descartar lluvias ocasionales, pero con la apertura de grandes claros al mediodía y la tarde, para ir mejorando durante el fin de semana.

Lo que sí confirma esta situación según la experiencia de los últimos años, señala Agüera, es que "los veranos tienden a retrasarse en Canarias, y luego nos quedamos sin otoño porque el calor se mantiene hasta noviembre", con unos meses centrales de julio a agosto que se caracterizan por "muchas entradas de calima y episodios de altas temperaturas".

En cualquier caso ya para finales del mes de mayo es corriente unas temperaturas algo más elevadas que las de estos días, y que en esta ocasión no han terminado de arrancar, "por la llegada regular de masas de aire del norte, y no de África", de ahí que el frío se haya mantenido tanto tiempo.

En cualquier caso quien lo agradece son los agricultores del norte, para los que este 2018 ha supuesto casi una lotería.