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Cabildo Debate sobre el estado de la Isla

Feliz Navidad, señor Rodríguez

El discurso zen del consejero de Medio Ambiente, las idas y venidas por la moción de censura a Rajoy y algún improperio animan el día

Cuatro horas en el salón de plenos de la casa palacio del Cabildo de Gran Canaria pueden dar para mucho y variado espectáculo. Ayer, con la primera sesión del debate del estado de la Isla, que tendrá su continuación y final el lunes con las votaciones, hubo un poco de todo, como en botica, pero con la sensación que cada ponente hablaba de una isla distinta. Un grupo de vecinos de Tejeda asistió al acto y aplaudió las intervenciones de Podemos y Partido Popular sobre la zona comercial abierta de su municipio, la nueva polémica que afronta el pueblo de la tempestad petrificada, que diría Miguel de Unamuno.

Por no faltar, no escasearon las risas en un debate que se tensó por algún que otro insulto y fue Fernando Bañolas, de Coalición Canaria, quien con un irónico "Feliz Navidad, señor Rodríguez" con el que respondió al consejero de Medio Ambiente en su alegato de buenos deseos, paz y amor a los presentes el artífice de la distensión puntual. Además, entre tanta cifra y lectura de informes, el anuncio de Bañolas de que no se volverá a presentar al Cabildo supuso quizás la noticia más concreta y clara en el salón de plenos.

Los argumentos de cada partido sobre si Gran Canaria va muy bien, bien, regular, mal o fatal, ahí cada uno dio su visión, mantuvo un diálogo bizantino entre unos y otros, aunque fueron las salidas y venidas de los portavoces una vez se conoció en plena faena que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) había presentado una moción de censura contra Mariano Rajoy para hacer declaraciones a los medios otra de las distracciones no previstas del día. Menos mal que no hacía corriente porque más de una garganta podría estar ahora tratada con paracetamol con tanta apertura y cierre de la puerta de acceso.

Al hilo de esta noticia, Carmelo Ramírez, portavoz de Nueva Canarias, hurgó en la herida del Partido Popular sobre la condena de dirigentes y de esta formación política por la sentencia del caso Gurtel, arrancó un sonoro "delincuentes" de Carlos Ester, indignado por los comentarios del nacionalista. Éste defendió al gobierno insular que sustentan su partido, los socialistas y dos consejeros no adscritos cuando fue criticado por el portavoz popular, Felipe El Jaber, quien insistió en que el tripartito tiene 400 millones de euros en el banco cuando hay tantas obras que realizar, además de no ejecutar 387 millones en el mandato.

Ramírez no se cortó y lanzó un contundente: "El PP está pensando en 2019 si nos echan de la institución, pero realmente la duda que deben tener usted es si lo echarán los votos o los juzgados, nosotros sabemos dónde está el dinero, en el banco, pero ustedes se lo llevan a sus casas". Ahí saltó Ester y ante el lío montado fue Antonio Morales, presidente del Cabildo, quien intentó poner paz y a duras penas, sobre todo por la insistencia del consejero nacionalista, hasta que todo se normalizó. Del ustedes rotundo se pasó a que no todos son así, que en casi todos los partidos hay sinvergüenzas, aunque no incluía en el lote a su formación.

El egoísmo, peor que el fuego

En el fragor de la batalla, la intervención, en dos turnos, de Miguel Ángel Rodríguez, consejero de Medio Ambiente, dio mucho que sí y avivó su fama de 'consejero de la felicidad', como lo definen en algunos corrillos después de declarar en su toma de posesión que quería ser consejero de la Felicidad.

Rodríguez descubrió a los presentes cuáles son, en su visión, los principales problemas para conservar el medio ambiente. No son la pérdida de la biodiversidad, el colapso de los ecosistemas y el cambio climático e incluso "creía que en 30 años más de investigación científica podría resolverse", apuntó. Ante las perplejidad general, el consejero no adscrito admitió que se equivocaba y tachó como principales problemas mediamentales al "egoísmo, la avaricia y la apatía" y que para manejarlos "necesitamos un cambio cultural, una transformación cultural". La frase no era suya, sino tomada de Gus Speth, asesor del expresidente norteamericano Barack Obama.

Sí fue suya la relativa a que las cabras guaniles no son las culpables del deterioro medioambiental, sino el abandono de las actividades tradicionales del pastoreo. Además, instó a que los politicos y la ciudadanía se comprometan con el entorno que los rodea, de crear lo que definió como gambuesa social. Menos consumo, más reciclaje y reutilización son algunas de sus recetas en una doble intervención que picó a Bañolas cuando pidió un trato casi fraternal entre oposición y gobierno, de no alegrarse del mal ajeno porque perjudica a todo.

El consejero de Coalición Canaria, ante este mensaje, le adelantó la felicitación navideña a Rodríguez, entre las risas del resto de asistentes. Bañolas, además, coincidió con el resto de la oposición en la mala gestión insular, habló de tren de carbón cuyo humo intenta ocultar la negligencia del gobierno, el engaño a que somete a los grancanarios y pidió al presidente un viaje imaginario por las obras que se dicen realizadas, para concluir en que no hay nada de nada.

Un trato que no se profesaron, por ejemplo, los excompañeros de Podemos María Nebot y Miguel Montero. La primera, ahora consejera no adscrita y con responsabilidades de gobierno, lo llamó fantoche por acusarla de haber copiado el reglamento de Participación Ciudadana, cuya elaboración defendió con el argumento de que la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) había redactado un reglamento tipo.

También alcanzó Montero de Carmelo Ramírez, quien lo definió c omo "un saltimbanqui de la política" y le retó a que diera su opinión sobre el chalé comprado "por su admirado líder [Pablo Iglesias]", reto que redobló al decirle que no se iba a atrever a decir nada por si tiene consencuencias en 2019, en clara referencia a las elecciones.

Montero, por su parte, contraatacó con otro chalé, el de un dirigiente de Nueva Canarias, pero no obtuvo respuesta e insistió en las becas de investigación, por los negocios de la RIC para los amiguetes y la perreta de Antonio Morales con criticar a Tenerife, a quien aconsejó que "supere este tema". Y otro recadito para el presidente insular: "Es usted todo un máquina para ir a sitios a sacarse las fotos, pero no hace nada más".

Morales, la Isla y su cuento

José Miguel Bravo de Laguna, predecesor de Antonio Morales en el sillón presidencial, y portavoz de Unidos por Gran Canaria, definió el balance realizado por aquél como "el del tercer año triunfal y ahora se habla de cambio a la transformación de una isla mejor al Paraíso, con un PSOE silencioso".

Alabó el vídeo promocional titulado Una isla de cuento y animó a que lo vieran quienes no lo hayan hecho, pero había trampa. Indicó que "si yo fuera turista, hablaría de estafa o de cuento porque no se ve ni al millón de habitantes de la Isla ni a sus vehículos". Tachó al grupo de gobierno del gobierno del no a todo lo que quiere mover en Gran Canaria y recordó la sentencia del Oasis, de la que pidió que solicitara su ejecución, del Siam Park y de otros proyectos de los que se habla mucho, pero nada se hace. En su opinión, no hacía falta este debate sobre el estado de la Isla porque el presidente lo único que había hecho era leer el panfleto de su gobierno. Pero 1.000 días después de su toma de posesión, aseguró que este gobierno no lidera nada en Gran Canaria.

El Jaber soltó varias andanadas sobre lo que considera una gestión inepta del gobierno insular presiido por Morales, "ya que lo que sube Gran Canaria es porque también lo hace el resto, pero aquí menos, estamos peor que Tenerife en tasa de paro" y ahondó en que no se han ejecutado en los últimos tres años 387 millones de euros y que se tengan en el banco 400. Una situación que entendió no debe producirse con todas las obras que deben realizarse y es en las carreteras -competencia del vicepresidente primero, Ángel Víctor Torres, donde más se evidencia el desastre de la gestión. "No se puede presumir de gastar como si fuera la política del Tïo Gilito", espetó a Torres.

A Ramírez le recordó que de los últimos 35 años de mandato en el Cabildo, Nueva Canarias o las distintas denominaciones de esta formación, ha gobernado 27 en la corporación insular. "Pero usted se sabe todas las triquiñuelas, yo estaba en el colegio cuando usted ya estaba aquí".

Ángel Víctor Torres, a quien le tuvo que estar calentando las orejas el reiterado comentario de la oposición sobre sus ausencias y silencios, salió en defensa de la gestión realizada por el grupo de gobierno, al que calificó de izquierdas, el único del Archipiélago. Negó el mal estado de las carreteras y culpó al Estado de otras vías.

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