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San Bartolomé de Tirajana

Inquietud en Juan Grande, en San Bartolomé de Tirajana, por actos vandálicos y falta de seguridad

La asociación de vecinos denuncia pintadas en las marquesinas de guaguas y el suelo de la plaza, fogatas junto al escenario y destrozo de muros y papeleras

Estado en que quedó la marquesina de la parada de guaguas tras el acto vandálico; ahora está limpia. LP/DLP

Los vecinos del barrio de Juan Grande, en San Bartolomé de Tirajana, están inquietos por el aumento de actos vandálicos que, denuncian, se están registrando en el pueblo desde hace al menos dos meses. En las últimas semanas los residentes se han ido encontrando cada dos por tres con numerosos destrozos, desde pintadas realizadas con spray en la marquesina de la parada de guaguas de la GC-500 y en el suelo de las plazas, hasta la rotura del mobiliario público como cristales y papeleras, pasando por fogatas hechas en las escaleras de acceso al escenario de una plaza, según ha explicado Óscar López, presidente de la Asociación de Vecinos Amurga Juan Grande.

Pintadas en el suelo de la Plaza Doña Flora, en Juan Grande.

Pintadas en el suelo de la Plaza Doña Flora, en Juan Grande. LP/DLP

En un escrito remitido al área de Participación Ciudadana del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, la Policía Local y la Policía Nacional de Maspalomas, el colectivo vecinal denuncia ante las autoridades el incremento del vandalismo en su barrio, que ha pasado de robos aislados al agravamiento de estos actos, el aumento del gamberrismo y del consumo de drogas, situaciones por las que reclaman de forma «urgente» una mayor presencial policial en el pueblo a diario.

Las zonas del barrio más afectadas por los actos vandálicos son la plaza Doña Flora, la más cercana a la carretera general, donde han aparecido pintadas de gran tamaño en las que se expresa «real hasta la muerte»; la Plaza de la Era, la principal del barrio, donde los vándalos han llegado a quemar material en las escaleras de acceso al escenario provocando así fogatas, según el reportaje gráfico aportado por la asociación vecinal a las distintas autoridades; y el último punto afectado es el antiguo colegio del pueblo, ahora en desuso, cuyas entradas se tapiaron hace apenas seis meses para evitar la entrada de personas, pero la pared ha aparecido reventada y con un gran agujero.

Los vecinos de Juan Grande reclaman presencia policial, sobre todo después de las 22.00 horas

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Los vándalos también la han tomado con la marquesina de la paradas de guaguas, que los vecinos han encontrado con pintadas y cristales rotos, y con las papeleras. Las pintadas, informó el portavoz vecinal, ya han sido limpiadas por el Ayuntamiento y la marquesina reparada por el Cabildo. No obstante, ninguna de las autoridades apeladas ha respondido a su escrito. Además de estas situaciones, el colectivo vecinal también denuncia «amenazas y violencia» contra los sanitarios del consultorio médico por para de personas drogodependientes que acuden allí para reclamar pastillas al personal.

«Los vecinos nos sentimos desprotegidos, sobre todo porque después de denunciar los hechos, nunca se detiene, condena o, cuanto menos, se investiga a los responsables, por lo que se distancia a la ciudadanía de las actuaciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado», sostiene el escrito presentado por los representantes vecinales. Así, solicitan la presencia de al menos una patrulla policial a partir de las 22.00 horas, ya que todos los actos vandálicos se cometen durante el horario nocturno. Eso ha posibilitado que no se hayan producido enfrentamientos entre los vecinos y los vándalos. Solicitan además que se abra una investigación policial porque, aseguran, en el entorno de las viviendas de protección oficial de la calle La Era se consume y vende heroína.

Destrozos en la papelera y cristal de la marquesina de guaguas.

Destrozos en la papelera y cristal de la marquesina de guaguas. LP/DLP

El portavoz vecinal, Óscar López, agrega que el colectivo tiene sospechas de que estos actos están siendo cometidos por jóvenes de entre 16 y 18 años residentes en el barrio, pero también por otros llegados desde otros núcleos residenciales cercanos. «A nosotros nos da igual si el Ayuntamiento tiene problemas para sacar las oposiciones de plazas de policía, porque con ese argumento parece que nos pasan el problema a nosotros cuando lo que deben hacer es buscar soluciones», señala. «Nos sentimos inseguros y solamente estamos reclamando lo que tienen otros barrios del municipio como San Fernando de Maspalomas o El Tablero, que es presencia policial, porque nosotros también pagamos impuestos, concluye.

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