La tensión se extiende como una mancha de aceite y ya ha alcanzado el corazón del Sahara Occidental. La propia Aminatu Haidar, activista saharaui en huelga de hambre en Lanzarote después de que el Gobierno de Marruecos la expulsara el pasado fin de semana de El Aaiún, anunció ayer que otras 300 mujeres de la citada ciudad, Smara, Dajla y Bojador secundaron una protesta consistente en permanecer 24 horas sin comer para exigir su regreso y denunciar la violación de derechos humanos.

Por su parte, el embajador de Marruecos en España, Omar Azziman, afirmó ayer en Madrid que Haidar debe resolver el problema que ha creado ella misma y asumir su nueva misión como agente "separatista" del Frente Polisario, según recogió Efe. Según el embajador, Haidar abandonó su larga trayectoria como activista de derechos humanos para incorporarse al Frente Polisario. Detrás de este incidente, señaló, hay una intencionalidad de que ella aparezca como "víctima" de la violación de derechos humanos en Marruecos para "desacreditar" así el plan de autonomía para el Sahara propuesto por Rabat hace dos años y que negocian ambas partes bajo la tutela de la ONU.

El Gobierno marroquí "ha hecho lo que tenía que hacer", ha argumentado el representante diplomático, que fue retenerle el pasaporte cuando ella "rechazó" su nacionalidad marroquí y se negó a cumplimentar el formulario de entrada en El Aaiún, capital del Sahara Occidental. Entonces, se la devolvió a su punto de origen en el primer avión que salía para Canarias. Aminatu Haidar no fue en ningún momento "presionada ni coaccionada o maltratada", aseguró el embajador. En las actuales circunstancias, ha dicho, Rabat no se plantea devolverle el pasaporte, como ella reclama, y solamente lo hará si Haidar reconoce su nacionalidad y renuncia a su "nueva causa separatista".

Hoy la visitarán el secretario de Izquierda Unida (IU), Cayo Lara, el cantante Macaco y la actriz Lola Dueñas.