"Si estuviera en Lanzarote, estaría contigo". Con esta elocuente frase arranca la carta que el Premio Nobel de Literatura José Saramago ha hecho llegar a Aminatu Haidar, que ayer cumplió una semana completa en huelga de hambre en el aeropuerto de Guacimeta después de que el Gobierno de Marruecos la expulsara tras aterrizar en El Aaiún, en el Sahara Occidental. El escrito portugués, residente en la localidad lanzaroteña de Tías, se encuentra temporalmente fuera de la Isla, pero no quiso dejar de estar presente a través de lo más importante que posee, al menos a ojos del mundo: sus palabras. "Sin Aminatu todos seríamos más pobres", proclamó.

"Has dado un ejemplo valioso que en todo el mundo se reconoce", apuntó el autor de Memorial del convento en su misiva, en la que aprovechó para solicitar a la mujer que abandone una huelga de hambre que afronta en un más que delicado estado de salud: "No pongas en riesgo tu vida porque te quedan por delante muchas batallas y eres necesaria. Tus amigos, los amigos de tu pueblo, tomaremos el relevo en los foros que sean necesarios". Sin embargo, Aminatu no tiene por ahora intención de desistir en la intensidad de su protesta.

"Marruecos en el Sahara incumple todas las normas de buena conducta. Despreciar a los saharauis", señaló Saramago, "es la demostración de que la Carta de los Derechos Humanos no se ha instalado en la sociedad marroquí, que no protesta con lo que se le hace al vecino, y es, sobre todo, la evidencia de que Marruecos no se respeta a sí mismo. Porque si el poder de Marruecos acaba doblegando a los saharauis", prosiguió, "ese país, admirable por otras cosas, habrá obtenido la más triste victoria, una victoria sin honor, sin brillo, levantada sobre la vida y los sueños de tanta gente que quería vivir en paz en su tierra con sus vecinos para, todos juntos, hacer del continente al lugar más habitable".

"Al Gobierno de España le pedimos sensibilidad. Contigo, con tu gente. Ya sabemos que las relaciones internacionales son muy complejas, pero hace muchos años que se abolió la esclavitud para las personas y los pueblos. No se trata de humanitarismo", recalcó el autor, porque "las resoluciones de Naciones Unidas, el Derecho Internacional y el sentido común están de un lado y, en Marruecos y España se sabe".

Mientras tanto, la repercusión internacional del caso Haidar sigue aumentando. Desde la plataforma constituida en apoyo de su figura se asegura que la Fundación Robert Kennedy, que le concedió un prestigioso galardón, está instando a congresistas de los Estados Unidos para que presionen a su vez los gobiernos español y marroquí para permitir su libre regreso a la ciudad de El Aaiún.