La compañía Canarias Aeronáutica aclaró ayer que el traslado en uno de sus aviones de la activista Aminatu Haidar el pasado 14 de noviembre en un vuelo regular desde El Aaiún hasta Lanzarote se hizo de forma totalmente legal y "sin incumplir ningún reglamento". Así lo subrayó ayer José Luis Cabrera, portavoz de la citada aerolínea, quien explicó: "En absoluto estamos inquietos porque la señora Haidar haya volado con nosotros aun cuando carecía de pasaporte".

"Lo único que nos hemos limitado a hacer", continuó Cabrera, "ha sido cumplir el convenio bilateral existente entre la Unión Europea y el reino de Marruecos cuando un pasajero no es admitido en un país, como fue el caso de la señora Haidar por el Gobierno de Marruecos, y devolverlo a la nación de la que procedió".

Un funcionario comunicó a pie de pista al piloto de la aeronave canaria que en el aparato embarcaría una pasajera que sería devuelta a España. El comandante preguntó por la documentación de Aminatu, que carecía de su pasaporte al serle retirado el día anterior (viernes 13) en El Aaiún, y sólo se le entregó la tarjeta de residencia española. Acto seguido, el responsable de la aeronave comunicó la retirada del pasaporte de Aminatu a las autoridades españolas en el aeropuerto grancanario de Gando, sede de la compañía, y se interesó por las condiciones legales de la mujer para poder realizar el viaje.

Desde la comisaría de Policía Nacional del recinto se le contestó que "no hay inconveniente en trasladar a la saharaui puesto que su tarjeta de residencia está en vigor hasta el próximo mes de enero y no supondría ningún compromiso para la compañía embarcar a la señora".

Dos funcionarios marroquíes acompañaron a Aminatu hasta la escalerilla del avión para devolverla a España. La activista se había negado pacíficamente a volar de nuevo hacia el territorio español porque había sido obligada a ello en contra de su voluntad y además, le había sido requisado su pasaporte. Quería quedarse en El Aaiún. La policía no empleó la fuerza para introducirla en la nave, donde Aminatu entró por su propio pie. Ningún representante marroquí voló a Lanzarote con ella, que tuvo un comportamiento "ejemplar" durante el vuelo.

Tras aterrizar en la Isla, Aminatu se negó a bajar del avión, por lo que la Policía Nacional la instó a salir, a lo que accedió también de forma pacífica. Hoy empieza su duodécimo día de huelga de hambre en Guacimeta.