El regreso de la activista saharaui Aminatu Haidar a El Aaiún ha quedado frustrado porque Marruecos no autoriza que el avión medicalizado que iba a trasladarla a casa sobrevuele su espacio aéreo y aterrice en el aeropuerto de El Aaiún, en el Sahara Occidental. En principio, ha quedado aplazado hasta mañana, aunque no está confirmada la salida.

Marruecos ha echado mano de sus normas de aviación para suspender el vuelo. Estas normas obligan a comunicar el plan de vuelo con 24 horas de antelación, algo que no se ha hecho en este caso. Sin embargo, horas antes el país alauí había mostrado su disposición a dejar volar al avión medicalizado sin tal plan. Fuentes diplomáticas aseguran que existe un permiso por escrito de Marruecos autorizando el vuelo. Indican, además, que había dado un tiempo límite para que el avión saliera rumbo a El Aaiún, tiempo que fue superado en diez minutos, por lo que retiró su autorización. Así pues, según el portavoz de la plataforma de apoyo a la activista saharaui, Guillermo Toledo, "Aminatu Haidar se ha quedado en tierra por diez minutos".

Toledo también ha expuesto que estas dos horas de revuelo han sido devastadoras para Haidar tras sus 19 días de huelga de hambre o ayuno voluntario en protesta porque Marruecos no la dejó entrar al país tras regresar de recoger en Estados Unidos un premio por su lucha humanitaria. "Estas dos horas de emociones en su estado, han supuesto para Aminatu un golpe mortal", subrayó.

Tras el aborto de la inminente partida de Aminatu Haidar, que se había anunciado apenas dos horas antes, se ha producido un enorme revuelo en el aeropuerto de Lanzarote, adonde la activista saharaui ha regresado. La han conducido a una habitación, habilitada por Aena junto a la parada de guaguas turísticas, donde está previsto que pase la noche.

La situación parece ser que va a ser provisional, ya que el Gobierno español solicitará otro permiso de vuelo a Marruecos, según ha anunciado la diputada socialista Delia Blanco, que era una de las personas que iban a acompañar a Haidar en el vuelo frustrado.

DOS HORAS DE REVUELO. Sobre las 18.00 horas de la tarde de este viernes, se supo que Aminatu Haidar regresaría a casa en las siguientes horas, aunque dijo que mantendía la huelga de hambre que sigue desde hace 19 días hasta que estuviera en su casa con sus dos hijos. Antes de abandonar la terminal del aeropuerto de Lanzarote para subir al avión que esperaba que la condujera a casa, la activista saharaui se despidió de los periodistas que la han acompañado día a día y lo hizo manifestando sus temores sobre su posible encarcelamiento al pisar de nuevo Marruecos. "Temo ir directamente a la cárcel", comentó.

De momento, el regreso tendrá que esperar. Las fuentes oficiales siguen sin dar a conocer los detalles del supuesto acuerdo al que se habría llegado con Marruecos para que la activista saharaui regresara a El Aaiún.

Desde las 18.00 horas, el aeropuerto de Lanzarote ha sido un puro revuelo. Sobre esa hora, la plataforma de apoyo a Aminatu comenzó a recoger su campamento, mientras Aminatu se preparaba para embarcar. Sobre las 19.00 horas, Haidar había embarcado ya y se sucedían las reacciones de júbilo por parte de políticos canarios de distintos partidos. Igualmente se pronunciaba el Frente Polisario, que daba por concluido el peligro para la vida de Aminatu por la prolongación de su huelga de hambre.

Sin embargo, a las 19.45, todavía el Falcón que había de conducirla a El Aaiún, en compañía del médico que la ha atendido durante todos estos días Domingo Guzmán, director del Hospital Insular de Lanzarote, del jefe de gabinete del ministro de Asuntos Exteriores, Agustín Santos y de la diputada socialista Delia Blanco, permanecía en el aeropuerto.

Poco después, se daba a conocer que no volaría este viernes.

Tras conocerse este dato, han comenzado a sucederse las reacciones. Uno de los primeros en hablar ha sido el presidente de la Federación Estatal de Instituciones Solidarias con el Sahara de España, Carmelo Ramírez, quien mostró su indignación por la actitud de Marruecos, que calificó de burla hacia Haidar.