La Operación Unión ha desvelado también importantes brechas en organismos públicos como en el centro penitenciario de Arrecife y en el papel que podrían haber jugado hasta no hace mucho algunos de los miembros de las fuerzas de seguridad del Estado en la Isla.

En la prisión de Tahíche las investigaciones y los pinchazos telefónicos al líder del PIL han demostrado que el anterior director, Joaquín Herrera, dispensaba un trato de favor a Dimas Martín y el médico de la cárcel podía haber sido presuntamente la persona que le hacía llegar la documentación desde el exterior.

En este asunto, la Dirección General de Instituciones Penitenciarias no se ha pronunciado sobre los posibles fallos en el control de los internos de la cárcel. También se desconoce si el Juzgado de Instrucción número 5 de Arrecife o la Fiscalía han abierto investigaciones paralelas para aclarar lo sucedido en torno a estos asuntos. Además, en el registro realizado en la vivienda del líder del PIL se encontró una carta en la que Dimas Martín nombra a un capitán y a un guardia civil con algún tema que tiene que ver con sus salidas de la prisión de Tahíche. En este asunto, tampoco se ha desvelado el contenido de la carta.