El polvo en suspensión provocado por el operación Jable ha forzado a cambios sustanciales en instituciones públicas como el Ayuntamiento de Arrecife y el Cabildo de Lanzarote y ha afectado incluso al proceso electoral de la Cámara de Comercio de Lanzarote. Si bien las arenas movedizas no se han tragado ningún pacto, como ocurrió el año pasado cuando se produjo la ruptura de la entente entre PSOE y PIL, sí han causado más de un temblor. El más importante ha tenido lugar en el seno de la corporación de Arrecife, integrada en su grupo de gobierno por concejales del PP, el PIL y el PNL.

El alcalde, Cándido Reguera, que prometió unas "paredes de cristal" ahora enterregadas, arrebató sus cargos a los dos concejales del PIL detenidos, Antonio Machín y Luisa Blanco y sus áreas tuvieron que ser redistribuidas. La segunda, no obstante, sigue con su acta, mientras que Machín renunció a ella tras ser enviado a prisión provisional y será sustituido en breve por el siguiente de la lista insularista.

En cuanto al Cabildo de Lanzarote, María José Docal, también del PIL, presentó su renuncia a la consejería de Recursos Humanos y a la dedicación exclusiva, aunque mantiene su acta y su derecho a voto en los plenos. La operación Jable ha extendido sus consecuencias incluso al seno de la Cámara de Comercio de Lanzarote y ha alterado mínimamente el proceso electoral, marcado este año por la presentación de una lista de consenso. Uno de sus integrantes iba a ser el constructor José Luis Betancort, detenido y puesto posteriormente en libertad con el cargo de cohecho. Finalmente renunció al puesto.