El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Arrecife dictó el pasado 25 de noviembre un auto en el que ordena que se elimine de la página web elagitador.com la viñeta publicada el 18 de enero de 2008 con el título ´El fiscal mudo´. El auto, que ha sido recurrido por ´El Agitador´, se produce como consecuencia de la querella interpuesta contra la revista por el ex fiscal coordinador de Lanzarote, Miguel Pallarés.

La viñeta representa a la ex alcaldesa de Arrecife, María Isabel Déniz, al ex secretario del Ayuntamiento, Felipe Fernández Camero, y al que fuera fiscal coordinador de Lanzarote, Miguel Pallarés, caracterizados como los Hermanos Marx y con el título ´Una tarde en el circo de La Bufona´. Pallarés aparece caracterizado como Harpo y se le denomina ´Miguel Callaré, el fiscal mudo´.

La sátira hace referencia al caso de la urbanización La Bufona de Arrecife. El propietario de parte de los terrenos en ese plan parcial, Gonzalo Murillo, denunció hace diez años la ocupación de sus terrenos por la empresa promotora del plan. Además, la Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural (Apmun) también inició un procedimiento porque varias casas se asientan parcialmente sobre suelo rústico, entre ellas la de fiscal Pallarés, que es sobrino político de Fernández Camero.

Un informe de la Apmun de septiembre de 2008 concluía que el plan parcial La Bufona no debió haberse ejecutado porque no contaba con la superficie mínima para desarrollarse y se construyeron cincuenta y dos viviendas unifamiliares en donde se podían autorizar sólo veinticuatro. Las viviendas, además, tienen más superficie que la autorizada. Las licencias se otorgaron al amparo del plan parcial y su modificación cuando estos documentos "no eran reflejo de la realidad territorial". Además el Tribunal Supremo ha anulado la modificación del plan parcial y lo ha dejado fuera de ordenación.

Sobre este plan parcial pesan varios procedimientos judiciales. Uno de ellos, de tipo penal, se sigue contra los promotores del mismo, Antonio Caro, Francisco Carmona (empleado municipal y ex encargado del catastro, ya fallecido) y Federico Echevarría, por usurpación de terrenos y un delito contra la ordenación del territorio. También están imputados el ex secretario del Ayuntamiento, Felipe Fernández Camero, que firmó las licencias, y la ex alcaldesa María Isabel Déniz, ambos imputados también la operación Unión.

La viñeta ´El fiscal mudo´ se realizó a raíz del artículo de opinión publicado unos días antes en ´La Opinión de Lanzarote´, bajo el título "Y a todas estas, ¿qué hacen los fiscales?", que ponía de manifiesto la inactividad del Ministerio Fiscal en varios casos de corrupción, entre ellos el de La Bufona. Mientras que ese artículo no fue objeto de denuncia, Pallarés entendió que El Agitador había incurrido en un delito de injurias y de calumnias, interpuso una querella contra la revista y solicitó que se eliminara la viñeta como medida cautelar. El fiscal, que pidió el traslado a Gran Canaria en 2008, aparece en más viñetas de esa misma página web.

OTRA DENUNCIA

Esta es la segunda querella que pone Pallarés por el mismo asunto. En marzo de 2009 al Audiencia Provincial de las Palmas condenó a Gonzalo Murillo a pagar 12.000 euros por un delito de calumnias contra el fiscal, por un artículo publicado en La Voz de Lanzarote en octubre de 2003. En ese artículo, Murillo se quejaba de lo que a su juicio era una paralización del proceso abierto en el año 2000 contra los promotores del plan parcial. Ese proceso, abierto en 2000 por una denuncia del Seprona se encontraba entonces en diligencias previas, y siete años después continúa igual.

La Audiencia consideró probado que Murillo atribuía la responsabilidad en la paralización del procedimiento a Pallarés, que entonces era fiscal coordinador de Arrecife y que se le atribuía, así mismo, un delito de tráfico de influencias o "confabulación entre el secretario del Ayuntamiento para conceder a su sobrino una licencia ilegal". Durante al vista oral de ese juicio, celebrada en mayo de 2008 en Arrecife, en su declaración Pallarés no recordaba a qué persona le había comprado su casa, ni cuánto pagó por ella ni los metros cuadrados que tiene.