- ¿Qué rasgos destacaría de la arquitectura tradicional de Lanzarote que usted recoge en la publicación que le ha encargado Aderlan?
- Los diferentes tipos comparten materiales y diversas soluciones, pero cada uno tiene a su vez su particularidad. La arquitectura religiosa ostenta las mayores alturas y sus paramentos y cubiertas son particulares, así como algunos tipos de vanos, por ejemplo los abocinados. La militar es una arquitectura pétrea, es la que muestra mayor valor hacia la robustez de los muros y su gusto por la dosificación de los vanos y la estrechez de éstos, determinados por su función. La arquitectura pública, cuando comenzó, destaca su acercamiento a corrientes novedosas y paralelas con lo que ocurría en el ámbito nacional, y en ciertos casos con los del continente europeo.
- La industrial y la doméstica son otro tipo de construcciones con identidad en la Isla.
- La industrial es asumida con estructuras propias y tan particulares como las de la industria del gofio, donde destacarían los molinos como ejemplo más significativo, desde el punto de vista arquitectónico. La doméstica tiene rasgos generales basados en la utilización de los mismos materiales pero creando numerosos modelos que responden a las particularidades geográficas de cada solar, y de las posibilidades económicas de las familias. Generalizaríamos reconociendo su volumetría, que no supera las dos plantas hasta el siglo XX.
- ¿Se puede hablar de edificaciones exclusivas de Lanzarote o están influidas por elementos de otros lugares?
- Son ciertas las dos premisas. Se puede hablar de una arquitectura específica que está influenciada por la de otros lugares. Si bien la arquitectura que todos conocemos tiene su origen en el continente europeo y durante los siglos del Antiguo Régimen, esto es, tras la conquista hasta la etapa contemporánea, se fueron creando modelos que se adaptaron a las necesidades específicas de la Isla. Así por ejemplo de fuera vinieron los modelos religiosos y aquí se perpetuaron con su esquema mudéjar; la militar es obra de los ingenieros militares que adaptaron sus conocimientos académicos con los basaltos que ofrecía la isla. Las viviendas centradas en el patio ya eran creación de los pueblos mediterráneos y nosotros las aplicamos con la principal estrategia, el acopio de agua y, se ubicaban las diferentes dependencias y elementos asociados partiendo del dominio de los factores geográficos de cada zona, como por ejemplo la orientación. Durante la etapa contemporánea se desarrollaron las vanguardias y otras corrientes, pero se entienden como un enriquecimiento de nuestro patrimonio y no algo ajeno. Es muy normal que se piense que sólo merece la pena considerar como tradicional lo anterior al siglo XX, pero se debe recordar que también este siglo tuvo su tradición.
- Minerales, cal, conchas y tierra son algunos de los elementos empleados en los inmuebles. ¿Tienen influencia de otras culturas?
- Compartimos elementos de ámbito regional y con otras culturas. Algunos como la utilización de conchas de animales marinos es el más específico.
- ¿Qué edificio destacaría de los que ha estudiado?
- Cuando tratamos todos los tipos arquitectónicos es difícil señalar a un edificio. Sabemos que la doméstica es la más compleja, y por lo tanto aumenta la dificultad para una única selección, pero tal vez sean los ejemplos más humildes de la arquitectura doméstica los que menos reconocimiento tienen, y como por ellos pasaron numerosas generaciones que crearon el patrimonio arquitectónico, tal vez señalaría a una pequeña vivienda con aljibe, era y corrales.
- El objetivo de la publicación es lograr más reconocimiento y apoyo para el patrimonio. ¿Estamos a tiempo de recuperar sus valores pese a intervenciones poco acertadas, como las realizadas en la Calle Real?
- Por supuesto, aún hay elementos como aportamos en el libro y también somos conscientes de que hay mucho por hacer porque sabemos del desprecio que sufre el patrimonio en la Isla, incluyendo a La Graciosa, actualmente destacada por este tema. En Arrecife acaba de caer un destacado elemento que a su vez nos remitía a un ilustre arrecifeño, especialmente para la historia. No parece que nuestros gestores estén por reconocer los elementos vivos de su historia, sino un mal entendido progreso.
- ¿Qué opina de la falta de protección de las salinas de Puerto Naos, tras el reciente fallo del Tribunal Superior de Justicia de Canarias que anuló la orden del Gobierno canario de declarar caducado, con carácter retroactivo, el expediente para declarar Bien de Interés Cultural este espacio?
- Es de justicia histórica reconocer los pilares de la cultura de un pueblo. Es demasiado fácil demostrar la importancia del subsector pesquero en la historia de Arrecife. A su vez, era una válvula de escape para el resto de la isla cuando se sufría de una mala coyuntura agrícola. Hoy, una de sus concreciones, unas salinas, que a su vez destacan por su estructura, se cuestionan. Solo cabe señalar los ímpetus especulativos que nos tienen desorientados, pero a las cosas hay que llamarlas por su nombre y que las Salinas de Naos son un patrimonio de reconocido valor, en todos los ámbitos, es incuestionable. Ahora falta saber si los catálogos que las protegen valdrán para activar los valores culturales o los pecuniarios.
- ¿Hay edificios que incluiría en el Patrimonio Insular que aún no están reconocidos?
- Muchos, especialmente los industriales y domésticos.
- ¿Podría decir cuáles?
- En Arrecife se palpa muy poco aprecio, pero también en otras zonas como Haría, donde se han quedado muchas sin proteger, al igual que en el resto de municipios. Destacaría Teguise, que amplió su catálogo hace poco tiempo. El más deprimente es el del Plan Insular de Ordenación, sin una verdadera eficacia si tratamos de buscar lo que estaba protegido desde 1991.
- En Lanzarote, ¿es suficiente la difusión del patrimonio?
- Es inexistente. Si nuestras instituciones dicen que lo valoran, ¿qué es lo que hacen? Se conforman con tener catálogos que son papel mojado que no las obligan a vincularse más con el patrimonio. Hasta hay municipios que no han celebrado iniciativas para la investigación y difusión. Hay mucho por hacer.