A la pequeña Saray Li se le acabaron las fuerzas para seguir luchando contra el cáncer que fulminó la noche del pasado miércoles su cautivadora sonrisa y sus incansables ganas de vivir. La niña, de siete años y residente en Playa Honda (San Bartolomé), falleció en un centro sanitario de Barcelona, donde se estaba sometiendo a una terapia alternativa para tratar el tumor cerebral que le habían detectado el año pasado.

Saray Li se encontraba con sus padres adoptivos, Manoli Luque y Beni Caraballo, que "han mostrado su fortaleza en todo momento y resistencia ante las adversidades", aseguró María del Río, presidenta de la Asociación de Familias Adoptantes de las Islas Canarias (Afaic).

"Me niego a sentarme aquí en mi casa a esperar con paliativos, me niego y me niego. Iré donde haga falta y haré lo que haga falta... Al fin del mundo fui a buscarla y al fin del mundo iré para salvarla", afirmaba día tras día Manoli.

Saray Li nació en la provincia china de Guangxi, una tierra, como Lanzarote, "de hombres y mujeres fuertes, luchadores, persistentes, imaginativos, trabajadores incansables, que lograron domesticar la naturaleza más abrupta, hasta conseguir hacer nacer y crecer en ella la vida en forma de arroz y viñedos, respectivamente", señaló Del Río en la presentación de la campaña solidaria que Afaic y la Aso-ciación de Familias Adoptantes en China (Afac) junto a un grupo de ciudadanos a título particular pusieron en marcha a principios de este mes de agosto para recaudar fondos con los que ayudar a Manoli y Beni a costear la asistencia de Saray Li en un centro sanitario de Barcelona. Hasta el pasado martes, la cuenta abierta en la Caixa a favor de Saray Li había recibido 7.500 euros en donaciones.

En junio de 2010 la menor -a la que apodaron La princesa del viento- se trasladó a Madrid junto a sus padres para seguir un tratamiento de quimioterapia y radioterapia en el Hospital del Niño Jesús. "Fue un año muy duro en el que la niña también fue sometida a una operación de autotransplante", dijo Del Río.