La embarcación de Salvamar localizaba en la tarde de ayer las zapatillas, de color amarillo, del joven pescador a una distancia mar adentro de una milla desde el punto donde cayó tras ser golpeado violentamente por una ola. Las corrientes que imperan en esta zona del litoral lanzaroteño son tan fuertes que te arrastran hacia las costas de Fuerteventura.

De hecho, los submarinistas de la Guardia Civil relataban ayer que en apenas 20 minutos fueron desplazados más de una milla desde el lugar en el que iniciaron la búsqueda. Una búsqueda que también se vio entorpecida por la espuma blanca que origina el reboso y que provoca que apenas se pueda ver en el fondo.

Los servicios de rescate comenzarán también a rastrear a partir de hoy, si fracasa el trabajo de los submarinistas, en dirección hacia Fuerteventura. En casos similares de personas que han caído al mar en Playa Blanca sus cuerpos han sido avistados en la localidad de El Cotillo e incluso en las playas de Cofete en el litoral majorero.