Las dificultades para acceder al mercado laboral en Lanzarote de las personas sin recursos están incrementando las peticiones de asistencia social de Cáritas. La organización de la Iglesia prevé terminar este año con más usuarios en su comedor y casa de acogida que los atendidos durante todo 2010. Cáritas volvió a reclamar a través de la subdirectora del Programa de Personas Sin Hogar, Soraya Rivero, la creación de un albergue en la Isla para los sin techo. Rivero afirmó que dicho recurso es necesario, toda vez que "unas cien personas viven en las calles en Arrecife porque no tienen a dónde ir". En lo que va de ejercicio, un total de 161 beneficiarios han sido atendidos en el Programa de Personas sin Hogar (114 en el comedor y 47 en la Casa de Acogida) frente a las asistencias realizadas el pasado año (155) en ambos servicios (110 en el comedor y 45 en la casa de acogida).

Los datos fueron dados a conocer ayer por la trabajadora social de Cáritas en Lanzarote, Montse González, quien explicó que el perfil mayoritario de las personas que acuden a pedir ayuda es el de "un hombre de entre 35 y 45 años, con inaccesibilidad al empleo, soltero o separado con hijos, procedentes de otras islas y comunidades autónomas, con formación primaria y, aparentemente, con buen estado de salud según refieren, aunque tras las revisiones médicas se demuestren algunos casos de lo contrario".

El plan de trabajo personalizado que desarrolla Cáritas con cada peticionario de ayuda, precisó González, "tiene por objetivo mejorar sus condiciones y calidad de vida en los ámbitos social, laboral, económico, afectivo y relacional, contando para ello con la iniciativa e implicación de la persona y el apoyo, acompañamiento y orientación del equipo socioeducativo que conforma el programa". El incremento de las peticiones de comida desborda la capacidad del comedor de Cáritas, de 30 plazas. Algunos días se han sentado a la mesa 40 comensales, divididos en dos turnos.