"Antes era buen trabajador y ahora parece que soy un desastre". El anterior juez encargado de la instrucción del 'caso Unión', César Romero Pamparacuatro, se defendió ayer de las críticas sobre la desorganización de su investigación que la nueva magistrada, María Lucía Barrancos, registró en un escrito interno remitido al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) el pasado noviembre. Pamparacuatro aseguró que él no recibió ningún auxilio cuando instruía la presunta trama de corrupción urbanística. "Durante dos años y medio no tuve la ayuda de nadie y el caso Unión salió adelante", afirmó el magistrado, que vuelve hoy al Juzgado de Instrucción número 2 de La Laguna tras unos días de permiso.

Pamparacuatro salió al paso de la información publicada ayer por LA PROVINCIA en la que se informaba sobre un escrito a nivel interno que la nueva juez que instruye el caso Unión, María Lucía Barrancos, remitió el pasado 29 de noviembre al CGPJ para delimitar su responsabilidad sobre el trabajo de uno y de otro magistrado. En ese informe, la magistrada desglosaba la investigación y advertía del desorden en el que se encuentra la causa. Asimismo, de forma no oficial, aventuró la posibilidad de obtener una comisión de servicios que le ayude a ordenar la instrucción.

El magistrado, que destapó la mayor operación contra la corrupción por número de implicados que se investiga en Canarias, explicó que trabajó "16 horas al día durante casi tres años sin la ayuda de nadie" y aprovechó para lanzar una pregunta: "¿Por qué a mí se me denegó esa ayuda?"

El juez admitió que pudo haber errado en algún momento, dado el volumen de trabajo que tuvo en un juzgado en el que mantuvo "al día" los asuntos civiles, los ordinarios y la instrucción del caso.

"Si la juez cree que hay algún fallo en mi instrucción imagino que lo habrá. Su experiencia y sabiduría tendrá. Lógicamente, ella está ahora al frente del juzgado y ahí están las instancias superiores para que lo digan".

En este sentido, ironizó: "Yo no sé qué cosa más rara pasa con este caso. A lo mejor es verdad que soy un desastre. Antes parecía que era un buen trabajador y ahora soy un desastre, ¡qué le vamos a hacer! Si no sé trabajar, supongo que me abrirán un expediente disciplinario".

El juez, por otra parte, reconoció haberse enterado de que Barrancos "quiere inhibirse de todo y quedarse sólo con los dos cohechos iniciales", por lo que, afirmó, "deberán ser los compañeros que se hagan cargo de las piezas separadas quienes valoren lo que hice".

Sobre la razón de que no se le concediese la prórroga para seguir la instrucción cuando ya estaba en La Laguna, destacó como "evidente" la razón de la delegada del CGPJ, Inmaculada Montalbán, quien explicó que no se la concedieron porque ya estaba en otro juzgado. "Le podría haber dicho: 'Vete a hacer política a Madrid o a donde quieras porque no tienes ni idea de cómo funciona un juzgado".