La mejora del estado de la mar, con olas de apenas dos metros de altura, y la disminución de la intensidad del viento hasta los cuarenta kilómetros por hora, frente a rachas de hasta noventa kilómetros el fin de semana, permitieron ayer reanudar las conexiones marítimas entre Caleta de Sebo y Órzola, que fueron suspendidas en la mañana del sábado por las dos navieras que unen Lanzarote y La Graciosa.