E l velero Cabo Andrés, del concejal del Partido Nacionalista de Lanzarote (PNL) Pedro de Armas, tiene previsto arribar a las costas de Lanzarote entre los días 28 y 29 de este mes después de haber cruzado el océano Atlántico participando en la tradicional regata Gran Prix del Atlántico, que une el puerto de Marina Rubicón, en Playa Blanca, con el de Fort de France, en la isla caribeña de Martinica.

Pero a Pedro de Armas la tormenta no le ha cogido en plena travesía atlántica, sino en su propia isla, donde podría ser una pieza clave para derrocar al alcalde del PP, Cándido Reguera, a través de una moción de censura en la que participaría su partido junto a CC y PSOE.

El presidente del PNL, Juan Carlos Becerra, aseguró ayer después de reunirse en Gran Canaria con el presidente de Nueva Canarias, Román Rodríguez, que nadie del PSOE ni de CC se había puesto en contacto con su partido para participar en una posible moción de censura en Arrecife.

"Desde que se rompió el pacto en el Cabildo se ha especulado con el apoyo de Pedro de Armas a una moción de censura pero en estos momentos nuestro concejal está cruzando el charco y se espera que llegue a Lanzarote a finales de mes", indicó Becerra, que reconoció que había hablado con Ro- mán Rodríguez sobre la nueva situación política que se vive en Lanzarote.

No en vano, Becerra sí dijo que el PNL estará dispuesto a sentarse a hablar "pero primero tendrá que haber un ofrecimiento y siempre, claro está, que haya un acuerdo entre socialistas y nacionalistas".

El alcalde de Arrecife asegura que fue precisamente el PSOE el que vetó al principio del mandato la posibilidad de que Pedro de Armas entrara en el gobierno de la capital tal como se lo propuso al actual teniente de alcalde y portavoz socialista, José Montelongo. "Por eso no entendería ahora que los socialistas quisieron contar con el apoyo del concejal del PNL", indicó Reguera.

Fue el pasado 8 de enero cuando una pequeña flota de yates partió desde Lanzarote rumbo a Martinica. Y con más rapidez de la esperada, el Cabo Andrés de Pedro de Armas cruzó el Atlántico, en 20 días. Ahora son otros los que esperan que su regreso sea igual de veloz.