El hallazgo casual de unos restos de cerámica y fauna marina ha permitido identificar indicios de la posible existencia de un asentamiento romano estacional en la Isla de Lobos (3 Km. al noreste de Fuerteventura). En la excavación ya se ha realizado un primer sondeo, después de que se localizaran restos que a priori presentaban un potencial muy importante.

La investigación se lleva a cabo gracias a la colaboración que mantienen el Cabildo de Fuerteventura desde su Departamento de Patrimonio Histórico y el Organismo Autónomo de Museos y Centros del Cabildo de Tenerife -en el marco de un convenio que ya venía funcionando desde hace doce años-, y a través del trabajo de un equipo científico dirigido por Carmen del Arco Aguilar, catedrática de Prehistoria de la Universidad de La Laguna (ULL), e integrado por las arqueólogas Candelaria del Rosario, Mercedes del Arco y Carmen Benito, del Museo Arqueológico de Tenerife, integrado en el propio OAMC.

Esta mañana se acercaron a conocer de cerca el hallazgo el presidente del Cabildo majorero, Mario Cabrera, y el consejero de Recursos Humanos, Educación, Cultura y Patrimonio Histórico de la institución, Juan Jiménez, que departieron sobre la naturaleza de este descubrimiento con los miembros del equipo investigador.

Mario Cabrera señaló que, "ateniéndonos a las primeras hipótesis, nos encontramos ante un hallazgo ilusionante que ahora habrá que confirmar con estudios más detallados. Nuestra intención es consensuar con el Gobierno de Canarias la posibilidad de plantear una excavación más sistemática y en profundidad, puesto que significaría avanzar en una nueva clave interpretativa en la historia de Canarias".

Por su parte, Juan Jiménez dijo que "el hecho de que se estén llevando a cabo trabajos de prospección arqueológica en Isla de Lobos a raíz del descubrimiento de determinados vestigios que apuntan a la época del alto imperio romano y que en este momento son meros test, indica que, en virtud de la presencia de claros procesos de extracto de púrpura procedente de determinados moluscos, se puede especular con la posibilidad de que estemos ante un asentamiento posiblemente estacional de población o destacamentos romanos. En todo caso, sí estaríamos ante la perspectiva de una línea de investigación que se lleva esperando desde hace muchos años en Canarias y que podría situar en Lobos el gran asentamiento romano que se esperaba en Canarias".

Como responsable de la investigación, Carmen del Arco Aguilar agradeció en primer lugar la coordinación que mantienen los servicios de Patrimonio Histórico y Medio Ambiente del Cabildo para la realización de los trabajos. La arqueóloga explicó como "por ahora son todo meras valoraciones, pero si se confirman con análisis mas detallados, estaríamos ante un hito importante para el mejor conocimiento de los poblamientos en Canarias, dado que hasta el momento no existen referencias de yacimientos con este tipo de actividad relacionada con la obtención de la púrpura al sur de Lixus" (noroeste de Marruecos).

Sobre los trabajos llevados a cabo hasta ahora, del Arco Aguilar indicó que " se han realizado estudios a modo de sondeos o catas para evaluar, primero, si existía el yacimiento, y segundo, para corroborar la importancia del mismo, y efectivamente esta primera aproximación ha confirmado que se trata de un descubrimiento importante".

También explicó del Arco que diversos investigadores como Pablo Atoche ya habían referenciado de la presencia de restos romanos en otros puntos de Canarias, pero este caso es especialmente llamativo por la diversidad de la cerámica hallada y por la actividad a la que estaría asociada, la extracción de la púrpura para su posterior comercialización en el Mediterráneo.

Entre el material hallado en los sondeos previos a los que se refiere esta catedrática de Prehistoria en la ULL se encuentran con distintos tipos de cerámica -no sólo la utilizada para el transporte de materiales, sino también vajilla (terra sigilatta) de uso cotidiano-, fragmentos metálicos, restos de fogones, restos de cabras, un conchero de gran tamaño, restos de lapas, etc.

Por lo tanto, y a falta de un análisis más detallado, las primeras hipótesis indican la posibilidad de que los restos de cerámica encontrados en la Isla de Lobos sean de torno y, los concheros, de thais (un crustáceo del que se la púrpura, un tinte muy apreciado), de manera que su procedencia podría asociarse a un asentamiento de la época imperial Romana.