La compañía eléctrica Endesa está a la espera de la autorización ambiental integrada para la instalación de tres nuevos grupos electrógenos en la central de Punta Grande en Arrecife que garantice el abastecimiento energético de la isla ante un posible aumento de la demanda. El director general de Endesa en Canarias, Pablo Casado, destacó ayer que sólo se está pendiente de las autorizaciones ambientales para invertir unos 60 millones de euros en la mejora de la central eléctrica de Lanzarote.

No obstante, Casado advirtió que es prioritaria la instalación de los tres nuevos grupos electrógenos dado que en la actualidad la garantía de potencia de la central eléctrica no está garantizada. La normativa vigente obliga a todas las centrales a tener potencia suficiente en caso de que se produzca una avería de uno de sus grupos electrógenos cuando el principal está en mantenimiento.

En el caso de la central de Punta Grande este requisito no se cumple lo que está obligando a Endesa a realizar las labores de mantenimiento de la central en los horarios de menor demanda para evitar que puedan producirse apagones en caso de una avería de los grupos. Por tal motivo, Endesa se ha reunido en varias ocasiones con el Gobierno de Canarias para transmitirle la necesidad de acelerar la autorización ambiental integrada que permita el inicio de las obras de instalación de los nuevos grupos.

Endesa asegura que la nueva tecnología generará menos ruido y menos contaminación que los que fueron instalados hace ya varias décadas. "Nos permitiría utilizar los nuevos grupos que son más eficientes y menos contaminantes y apagar los más antiguos en caso de que no se necesiten", señala Casado.

Endesa cree que el recurso presentado contra la ampliación de la central por la Asociación de Vecinos Las Caletas, localidad situada junto a Punta Grande, no impedirá que se siga ampliando las instalaciones. De hecho, el Gobierno de Canarias ha recurrido ante el Supremo la sentencia que declaraba ilegal la ampliación de la central.

Informes urbanísticos

Según Endesa el informe urbanístico que sirvió de base para solicitar la autorización ambiental integrada para esa ampliación anulada por los tribunales no tuvo en cuenta la totalidad de las instalaciones sino que se limitó a contemplar las nuevas obras, lo que evidentemente dejó fuera de ordenación al resto de la central. En el recurso ante el Supremo se ha subsanado el error por lo que Endesa espera poner fin al litigio con los vecinos.

Endesa insiste en la importancia de acometer las nuevas obras dado que al mismo tiempo se realizarían otras mejoras en los grupos más obsoletos. La caída de la demanda desde el año 2008 ha sido una de las claves para que la central no haya tenido problemas para el abastecimiento de la isla.