El Cabildo de Lanzarote ha planteado junto al Ayuntamiento de Teguise en sus alegaciones al avance de la revisión del Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Parque Natural del Archipiélago Chinijo, la posibilidad de que en ese documento de ordenación se autoricen los usos para la desalación de agua destinada al abastecimiento de la población y la depuración y reutilización de ese caudal en La Graciosa.

En la actualidad, la isla se abastece del líquido potable gracias a la tubería submarina de Inalsa instalada entre Lanzarote y La Graciosa, ya que ese territorio carece de una planta desaladora.

Las aguas sucias van a pozos negros, puesto que La Graciosa carece de un sistema de saneamiento para la conducción de ese caudal, una de las reivindicaciones prioritarias de los vecinos, aseguró ayer la concejala delegada de Teguise para esa isla, Alicia Páez.

Por otro lado, la Corporación Insular incluyó entre sus propuestas la modificación de la normativa relativa a los usos y actividades autorizables para permitir "instalaciones de abastecimiento de energía limpia o renovable en los núcleos de población del parque natural y en aquellos sistemas generales o dotaciones públicas que lleven asociado un consumo energético apto para energías limpias".

Además, la consejería insular de Medio Ambiente, Caza y Pesca y el consistorio de Teguise presentaron anotaciones al texto para promover el cambio de la denominación de clasificación de espacio natural protegido de Parque Natural a Parque Rural. El presidente del Cabildo, Pedro San Ginés, explicó que "como Parque Rural se entiende aquellos Espacios Naturales amplios en los que coexisten actividades agrícolas, ganaderas o pesqueras con otras de especial interés natural o ecológico, como el Archipiélago Chinijo, que precisa la conservación de todo el conjunto, además de promover el desarrollo armónico de las poblaciones locales y mejoras en sus condiciones de vida".