El expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha adelantado hoy en Arrecife de Lanzarote, donde se encuentra de vacaciones, que se está volcado en la redacción de un libro de "reflexiones sobre la crisis, un testimonio de lo vivido". Lo ha hecho en una rueda de prensa ofrecida el martes en el Castillo de San José con un carácter marcadamente informal.

Zapatero ha esquivado las preguntas relativas a las políticas del Gobierno de Mariano Rajoy, porque su tiempo, dijo, "ya pasó y lo menos que le debo al país es respetar a quienes participan en la vida política".

Sin embargo, no ha podido evitar poner los ojos fuera de España para confesar que espera que Mario Dragui, presidente del Banco Central Europeo (BCE) anuncie la compra de deuda soberana porque "el BCE tiene que ser central y europeo, con todas sus consecuencias para que no haya una presión excesiva sobre la prima de riesgo".

El expresidente confiesa que con, la presidenta del Gobierno alemán, Angela Merkel, tuvo "una buena relación en su momento, pero eso ahora corresponde a otros", mientras que a Francois Hollande, el presidente socialista francés lo ha definido como "un factor de confianza para el proyecto europeísta".

El que fuera líder de los socialistas considera que no es el momento para reconocer los errores cometidos, porque "para eso se necesita de perspectiva". Afirma que siempre ha "respetado todas las críticas recibidas, aunque eso es lo menos importante". "Lo más importante", apostilla, "es la confianza en el país, y su recuperación económica".

Al hacer balance de sus años de gobierno pronuncia "crisis y atentados", los factores que han azotado al país con más dureza durante su mandato. En el plano positivo se queda con el apoyo que le brindaron ciudadanos anónimos y con el fin de ETA.

Sobre las ofertas que reciben ex miembros del Gobierno para trabajar en grandes empresas prefiere no opinar. "Creo que ya es hora de pedir el café", ha sonreído arqueando las cejas que protagonizaron la campaña electoral de 2008.

Vacaciones en Lanzarote

El expresidente pasará unos 25 días en Lanzarote, "hasta poco después de mediados de Agosto" pero no se convertirá en un vecino ocasional de la isla, por lo menos, de momento. "Comprar por ahora no. Hay muy buenas posibilidades pero estamos de alquiler", ha declarado.

Todo han sido buenas palabras para la Isla, que pisó por primera vez hace ya once años: "Es indescifrable la relación que siente uno con los lugares que ha conocido y la gente que ha tratado", explica. "Lo que más me atrae de aquí, es la forma de ser de los lanzaroteños, su amabilidad, su educación y su filosofía tranquila de la vida. Eso, con los años que he tenido, resulta atractivo", destaca.

Durante su estancia se dedicará a escribir, estudiar, leer, correr y a seguir con interés los Juegos Olímpicos. Probablemente disfrute también de la playa de Famara, uno de sus enclaves favoritos.

También ha querido destacar a la figura de César Manrique, porque "su estilo sigue muy presente y nos recuerda los deberes que todos tenemos con Lanzarote". A pesar de ello, tampoco ha querido pronunciarse sobre las prospecciones petrolíferas impulsadas por el Partido Popular.

Zapatero, expresidente y ya promotor no oficial de Lanzarote, ha reiterado que "recomienda la isla a sus amigos" y, que si tuviera que traer a algún personaje notable "invitaría a Angela Merkel".