"Paco Reyes y Wiso Domínguez (ya fallecidos) fueron los padres de esta travesía". Sergio Medina rememoraba ayer en Caleta de Sebo los orígenes de una prueba que ayer cumplía su veinte aniversario. El representante del Club Victoria de Las Palmas de Gran Canaria, entidad que durante más de una década fue la encargada de organizar la travesía, destaca que fue precisamente Wiso Domínguez durante un viaje a La Graciosa el que ideó organizar esta aventura.

"Wiso iba con su hija en un barquillo desde Lanzarote a La Graciosa cuando a mitad del trayecto decidió tirarse a nadar porque el día estaba espectacular". De regreso a Gran Canaria, se lo comentó a Paco Reyes quien por sus contactos con el Club Victoria les propuso organizar una travesía que uniera Lanzarote con Caleta de Sebo.

"Una semana antes Paco Reyes y Wiso vinieron en avioneta hasta Lanzarote para planear toda la prueba", señala Medina. Y fue así como un grupo de 50 amigos de la Peña de la Vieja en Las Canteras y del Club Victoria iniciaban en el año 1993 una aventura que ayer congregó a casi 600 nadadores y más de 2.000 personas en La Graciosa.

Británicos, alemanes y cientos de canarios y peninsulares tienen ya fijado en su calendario la travesía del Río. La regatista tinerfeña , Alicia Cebrián, que se clasificó en undécima posición en las Olimpiadas de Londres en la clase Láser Radial, experimentaba ayer por primera vez la sensación de cruzar el río a nado. Su hermana, Raquel, que el pasado año fue otra de las que tampoco pudo acabar la prueba, buscaba en esta edición acabar con el mal sabor de boca que le dejó la travesía del 2011.

El donostiarra Celestino Olaizaba no dudó en celebrar con su esposa sus 35 años de casado con un viaje a Lanzarote para participar exclusivamente en esta prueba. "Lo vi por internet y como también practico este tipo de travesías en el País Vasco decidí probar fortuna", decía ayer tras llegar a la meta.