La colocación de hamacas y sombrillas en las playas de Papagayo ya estuvo en la mente de otro alcalde de Yaiza. De hecho, el que fuera alcalde de este municipio lanzaroteño Honorio García Bravo llegó incluso a colocar en septiembre de 1984 hasta 140 hamacas y 25 sombrillas, curiosamente en la misma playa que la actual regidora de Yaiza, Gladys Acuña, pretende explotar comercialmente.

Pero en 1984 quien alzó la voz para oponerse a la comercialización de Papagayo fue el artista lanzaroteño. "El gran atractivo de Papagayo es precisamente su virginidad, esa especie de paisaje salvaje que le da un encanto particular a la zona. En ese entorno, colocar sombrillas y hamacas me parece un auténtico papanatismo, algo de paletería. No entiendo que por unos pocos millones, aunque tampoco lo entendería por muchos, se adultere un paisaje único", señalaba Manrique.

El artista conejero no dudó en afirmar que los lanzaroteños no se iban a quedar parados ante esa iniciativa. " No creo que el pueblo conejero permanezca impasible ante tamaña barbarie. Papagayo, su destrucción, puede ser el principio del fin de Lanzarote, una isla en la que he consumido gran parte de mi vida y por la que lucharé hasta el fin", añadía.

Manrique iba más allá al pedir que Papagayo se declarase parque insular. "No dejaría edificar a nadie y quitaba, por supuesto, esas hamacas. Lo que haría es una política de limpieza impecable y educar cívicamente a la gente", manifestaba el artista que fallecía en el año 1992 tras un trágico accidente de tráfico cuando salía de su fundación en Tahíche.

Precisamente, la Fundación César Manrique (FCM) emitía ayer un comunicado público en el que se opone a "la urbanización de Papagayo" donde el Ayuntamiento de Yaiza pretende sacar a concurso la explotación comercial de 250 hamacas, 125 sombrillas, kiosco con terraza para 20 mesas, torreta de vigilancia e infraestructura para 10 patines y 10 kayaks en Playa Mujeres, la primera de las calas de Papagayo.

"En un municipio maltratado por la corrupción y las ilegalidades urbanísticas, con más de 8.000 plazas turísticas anuladas por los tribunales, sometido en los diez últimos años a una intensa presión urbanística en la zona de Playa Blanca, una vez más vuelve a enfrentarse la conservación del patrimonio natural y la identidad del territorio con su burda explotación mercantilista", señala el texto de la FCM.

Desde la FCM se recuerda que César Manrique levantó su voz y censuró enérgicamente "la desacertada iniciativa que, como hoy sucede, agredía uno de los paisajes costeros naturales más singulares de Lanzarote, de cuyo uso se benefician por igual población local y turistas. Lo agredía y también lo trivializaba, antes y ahora".

Para la Fundación "no deja de resultar incomprensible cómo la ceguera de nuestros responsables políticos les conduce a tomar decisiones indolentes, desfasadas, que profundizan en errores del pasado y van en contra del signo de los tiempos".

Y es que para la FCM cada vez más "el turista persigue experiencias y sensaciones únicas, se empeñan en reducir la variedad de la oferta y en estandarizar los pocos espacios que permanecen libres del artificio humano y la cosmética del mercado".

Si en esta ocasión han sido las redes sociales las que han incendiado de forma simbólica la colocación de hamacas en Playa Mujeres, en el año 1984 se llegaron a quemar de forma literal. Hasta en dos ocasiones muchas de las hamacas que colocó el Ayuntamiento fueron incendiadas de forma deliberada hasta que el alcalde decidió poner fin a esta idea.

La Fundación ha instado al Cabildo de Lanzarote a convocar de forma inmediata el Patronato de Espacios Naturales al formar parte Playa Mujeres del Monumento Natural de Los Ajaches y al Ayuntamiento de Yaiza a suspender el concurso y a abandonar "esta desafortunada iniciativa".