Usted tiene el record del mundo en distancia en paramotor al cubrir en algo más de 14 horas el trayecto entre Jerez y Lanzarote en 2007¿Cómo surgió esa aventura?

El objetivo inicial era batir el record del mundo con la mayor distancia posible desde Jerez hasta Canarias que por lógica hubiese sido llegar a El Hierro, que es la isla que está mas lejos. Pero elegí Tenerife para que coincidiera con el Festival Internacional de Parapente (Flypa) que se celebraba en Tenerife y que fueron los que me dieron alas para preparar este proyecto.Obviamente era consciente de que el reto era muy difícil porque debía alcanzar una media de 90 kilómetros a la hora para llegar de día a Tenerife. Mi plan B era aterrizar en Lanzarote en caso de no alcanzar la media de kilómetros por hora. Además, ya conocía Lanzarote y sabía donde podia aterrizar porque había volado en paramotor desde Famara a La Graciosa. A mitad del trayecto ya era consciente que sólo podía llegar a Lanzarote si quería tomar tierra de día y justo lo hice en Famara cuando el sol ya se ponía.

Teniendo en cuenta que un paramotor es un parapente al que se le ha añadido un pequeño motor, cúales fueron los momentos más críticos de su recorrido

Quizás lo más complicado se vivió nada más despegar porque lo tenía que hacer desde el aeropuerto de Jerez antes de que empezasen a operar las compañías comerciales y solo teníamos un intento para ello con la particularidad que tenía sobre mis espaldas más de 140 kilos entre el combustible y la pequeña balsa salvavidas. Después, las últimas tres horas cuando sobrevolaba sobre el ocáeano también fueron complicadas porque no contaba con el apoyo del helicóptero superpuma de Salvamar que tuvo que volver a tierra por una pequeña avería.

A qué altitud se necesita volar para realizar esa enorme distancia sin hacer escala.

La altitud la usábamos como seguridad. Si el motor deja de funcionar necesito al menos 1.000 metros de altitud para amerizar y realizar en el tiempo de diez minutos lo que denominamos la maniobra de hombre al agua. Al planear, el parapente desciende a unos dos metros por segundo así que necesito al menos ir a una altitud mínima de 1.000 metros y poder en esos diez minutos que tengo antes de llegar al mar dar el aviso de emergencia por radio, preparar el kit de supervivencia que llevo en estos viajes, inflar la pequeña lancha salvavidas y guardar los instrumentos de vuelo para que no se pierdan los datos. Y lanzarme al agua a una distancia de dos metros con mi lancha salvavidas.

¿Ha vuelto a pensar en batir de nuevo este récord llegando a otra isla del Archipiélago?

En principio no. Lo hemos hablado y está sobre el tintero pero este tipo de records sobre el mar son muy peligrosos. Es un riesgo muy alto caer al mar y depende de detalles tan pequeños como la rotura de una bujía del motor, aunque no descartaría hacerlo sobre tierra. Después de más de cinco años he vuelto a repasar mis notas y fotografías de este proyecto para dar la conferencia en el Museo Elder y para escribir un artículo que se incluirá en un libro sobre los cien años de la aviación en Canarias. Y después de ese tiempo valoro aún más la proeza que hice por la peligrosidad que entrañaba este reto.

¿Cuál será su próxima meta?

Voy a intentar batir mi propio record de altitud hasta alcanzar los 8.000 metros. En el 2009 logré alcanzar los 7.800 metros en la montaña de Masherbrum en Pakistán. El primer récord que hice fue en Sierra Nevada de 5.000 metros, después lo hice en el Kilimanjaro con 5.100 pero no me lo homolgaron porque hubo un problema con el instrumento. En Tenerife hice un récord que fue de 5.600 metros pero llega un momento que necesitas montañas más altas para superar esas altitudes. Ahora por ejemplo hay un programa de la televisión japonesa que ha contactado conmigo para realizar un programa de récord mundial de altitud y les he dicho que solo lo podremos intentar si vamos al Himalaya o a Pakistán porque no hay otro lugar en el que se pueda subir más alto.

¿Me imagino que a esa altura el principal problema es el frío?

Si tenemos en cuenta que estamos hablando de 25 a 30 grados bajo cero el primer problema es el frio que tengo que soportar y luego el motor dado que que la falta de oxígeno también le afecta tanmto en la combustión como en la hélice. Por eso lo intento ajustar al maximo posible aunque llega un momento en el que no me empuja nada. Luego las congelaciones en el carburador que producen paradas de motor. Los suelo solucionar con los técnicos de las fábricas y con algunos trucos caseros. La tecnología todavia no ha llegado a nuestro deporte así que sobre todo se necesita mucha pericia e ilusión.

¿Qué requisitos se necesitan para pilotar un paramotor?

Tenemos que obtener la titulación de piloto en paramotor y ya para hacer este tipo de récord y pruebas deportivas necesitamos una licencia federativa y dependiendo de donde vayas a volar hay zonas en las que está prohibido. Y como es lógico para volar en lugares como el Himalaya o cruzar el Atlántico hay que solicitar otra serie de permisos más específicos. Por experiencia recomiendo que se acuda a una escuela porque es un deporte de alto riesgo, aunque en Canarias no existe ningún centro oficial de paramotor. A veces no se valoran los riesgos y se piensa que es muy fácil y si no se tiene la preparación adecuada van a tener muchas lagunas teóricas y técnica que les va a ser difícil superar las dificultades que se le puedan presentar en un vuelo.

¿Es Canarias un buen lugar para la práctica del paramotor?

Desde luego, Canarias es un lugar maravilloso para volar por su clima y las características de sus vientos tanto en paramotor como en parapente porque tenemos montañas y muchas opciones de despegue. Por este motivo no se necesita tanto el motor para practicar este deporte.

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