Tras la reunión que mantuvieron el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, y el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, la entidad ha decidido mantener abierta la oficina que la entidad tiene en la isla de La Graciosa con el fin de evitar su desbancarización como parte del compromiso social de la entidad con Canarias.

Sin embargo, su desaparición había suscitado las protestas del medio millar de habitantes de la isla, que temían verse obligados a coger un barco hasta Órzola, en el norte de Lanzarote, cada vez que quisieran ir al banco más cercano e, incluso, a tomar desde allí una guagua hasta Haría, si pretendían seguir operando con Bankia.

Dada las particulares circunstancias derivadas de la insularidad, el mantenimiento del servicio financiero en una isla en la que Bankia es la única entidad financiera y como parte del compromiso social de la entidad con Canarias, el banco ha decidido mantener el servicio que hasta ahora prestaba a sus clientes, habitantes y visitantes de La Graciosa.

En un comunicado, la entidad explica que el cierre de su oficina en La Graciosa, que cuenta con uno 400 clientes, "obedecía a criterios empresariales y de rentabilidad económica" y estaba "en línea" con el plan de reestructuración del grupo aprobado por las autoridades nacionales y europeas.

Bankia precisa que ha rectificado su decisión en atención a las "particulares circunstancias" de La Graciosa, isla donde su oficina es la única entidad financiera existente.

Según han informado a Efe fuentes de la entidad, la oficina seguirá operando como en la actualidad: dos días a la semana.