El joven discapacitado lanzaroteño Andrés Martín Ferrer, de 20 años, se enfrenta a un nuevo reto en su vida: el Grado de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (INEF), que cursará a partir del próximo mes de septiembre en la Universidad Politécnica de Madrid (UPM).

Andrés, quien sufre una tetraparesia espástica a causa de una parálisis cerebral que le provocó un 78% de discapacidad motórica, recibió ayer la noticia de que había sido admitido en esta carrera universitaria. La pasada semana superó en Madrid las pruebas adaptadas de evaluación de aptitudes personales para la actividad física y el deporte, que pasó junto a otros dos candidatos del total de cuatro aspirantes con distintos tipos de limitaciones físicas que realizaron los exámenes.

Aprobar esa convocatoria es imprescindible para acceder a los estudios de INEF, además de contar con los requisitos académicos para ingresar en la facultad. Andrés, quien se mostró "muy contento" por su admisión, es uno de los primeros estudiantes que ha conseguido que la UPM realice pruebas deportivas adaptadas para poder ingresar en las aulas de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, la facultad más antigua de España en esa disciplina.

De hecho, él y sus compañeros serán los primeros alumnos con un grado importante de discapacidad que consiguen entrar en las enseñanzas de INEF de la Politécnica, comentó el padre de Andrés, Miguel Ángel Martín, según le comunicaron desde la universidad.

Andrés tuvo que realizar tres actividades en piscina (natación, velocidad en 50 metros y resistencia en una distancia de 400 metros). Asimismo, llevó a cabo un lanzamiento de balón.

"No sé cómo me irá en estos estudios, pero por lo menos voy a intentarlo porque el deporte me apasiona. Tengo muchas ganas y afronto este nuevo reto con ilusión", indicó Andrés. También hizo las pruebas para cursar INEF en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPG), donde estudia su hermano Alejandro, "pero finalmente no las superó, porque las mismas no fueron adaptadas y no se valoraron las capacidades de mi hijo sino su discapacidad", aseveró su madre, Beni Ferrer.

La vida de Andrés está unida a la natación, deporte que practica desde pequeño y que continuará con un club de Alcobendas, en Madrid, en la piscina del Centro de Alto Rendimiento. El pasado mes de marzo se convirtió en subcampeón de España en 200 metros libres de natación adaptada y en junio obtuvo el cuarto puesto nacional en el campeonato de clubes en 50 metros libres en la categoría de S4, una superior en la que competía habitualmente.

Al agua esta noche

Andrés pertenece al Club de Natación Nadamás, con sede en el Centro Deportivo Club Santa Rosa, en Costa Teguise. Su entrenador es Ricardo Senra y acude a clase "alrededor de hora y media entre cuatro y cinco días por semana".

Esta noche tomará la salida en la prueba del XII Aquatlón Nocturno del Real Club Náutico de Arrecife, que tendrá lugar, a partir de las 21.00 horas, en la playa de El Reducto, donde cubrirá un recorrido de 800 metros divididos en dos etapas de 400 metros cada una. Un amigo suyo hará la carrera de 4,5 kilómetros sobre la arena del litoral capitalino.

El joven no se pierde un campeonato de natación en la Isla, aunque la travesía de 14 kilómetros del estrecho de La Bocaina, que une Lanzarote y Fuerteventura aún se le resiste "por su dureza". La del Río, entre Lanzarote y La Graciosa, la ha hecho en dos ocasiones, al igual que la travesía La Resaca, que se celebra el uno de enero. Andrés la promovió hace dos años.