"La natación es el deporte de moda en Lanzarote y creo que es el que más crecimiento ha experimentado". El representante de la Federación Española de Natación en Lanzarote, Eugenio Rojido destaca el auge que está experimentando en la isla el deporte de la natación tanto en la modalidad de piscina como en aguas abiertas. De hecho, Lanzarote cuenta ya con ligas insulares en ambas modalidades en la que participan varios centenares de nadadores.

La playa de El Reducto acogía ayer la última de las pruebas de la Copa de Aguas Abiertas de Lanzarote que comenzaba el pasado 7 de julio en la playa del Jablillo con una distancia de 2.000 metros. En Arrecife cerca de 300 nadadores se daban cita para disputar la última prueba de la temporada. El objetivo era recorrer 1.200 metros entre El Reducto y la Escuela Insular de Deportes Náuticos en el Cable.

Jorge Robayna, un joven que en diciembre cumplirá los 17 años es el líder indiscutible de la Copa de Aguas Abiertas en Lanzarote, prueba que también ganaba el pasado año. Y es que su superioridad ha sido absoluta hasta el punto que ayer se echaba al mar con el título bajo el brazo.

"Suelo entrenar una media de dos horas diarias, alternando la piscina con el mar", señalaba Robayna ayer antes de tomar la salida. Su próximo reto es ganar la travesía del estrecho de la Bocayna que separa Lanzarote de Fuerteventura. Una distancia de 15 kilómetros que Robayna quiere alcanzar en primer lugar tras haber quedado cuarto en la pasada edición.

El auge de la natación ha traído consigo la creación de diferentes clubes como el Nonadamos en Arrecife (de la piscina municipal), el Blufi del Centro Deportivo Fariones de Puerto del Carmen, el Nadamás de Las Marinas de Costa Teguise y el club Pingüinos también de Arrecife.

El presidente de Nonadamos, Andrés Amoza, destaca que las distintas travesías que se organizan en la isla está batiendo récords de número de participantes en cada edición. "En la prueba del Reducto se ha pasado de los 200 nadadores del pasado año a casi 300 lo que da una idea de la aceptación que está teniendo este deporte".

Andrés Gil, de 23 años, afrontaba ayer su primera participación en la prueba del Reducto después de cuatro meses dedicado a prepararse para afrontar un triatlón. "Estuve en la San Ginés y la próxima será la travesía de La Graciosa". Por su parte, Alfredo Agustina, con 55 años, es uno de los veteranos de este tipo de competiciones. "Nadar me apasiona y creo que estas pruebas son una forma de apostar por la vida saludable", asegura mientras se prepara para la prueba.