Las racha de viento que en algunos puntos de Lanzarote llegaron a alcanzar los 85 kilómetros por hora y olas de entre cuatro y cinco metros de altura provocaron la ruptura de unos de los pilotes de la pasarela de madera de la playa de La Garita en Arrieta y dejó incomunicada por mar a la isla de La Graciosa. De hecho, las dos líneas marítimas que conectan el muelle de Órzola con Caleta de Sebo no pudieron realizar ninguno de los trayectos diarios con la octava isla.

Lanzarote activaba durante toda la jornada de ayer el Plan Insular de Emergencias por fuertes vientos y fenómenos costeros. Una situación que obligó a los municipios a suspender en la tarde de ayer por precaución todas las actividades extraescolares y deportivas al aire libre y la segunda jornada del Torneo de Bola Canaria Abuelos Conejeros prevista en San Bartolomé.

Aunque la fuerza del viento llegó hasta los 52 kilómetros por hora en la estación meteorológica de Tías y rachas máximas de 85 kilómetros en Tinajo, no se registraron daños significativos en la isla. De hecho, los efectivos del Consorcio Insular de Emergencias apenas tuvieron que realizar servicios de importancia durante toda la jornada.

La peor parte del temporal se la llevó la pasarela de acceso a la isleta de la playa de La Garita en Arrieta. La fuerza del mar desplazó uno de los pilares de hormigón que sostiene el puente de madera lo que obligó al Ayuntamiento de Haría a cerrar los accesos.

Los servicios de Emergencia y Rescate del Norte de Lanzarote (Rent) procedieron también al cierre del muelle de Arrieta debido a que las olas pasaban de un lado a otro. "Cerramos el acceso para evitar que los turistas se hicieran fotos de cerca", señala el máximo responsable del Rent, Juan Fajardo. Asimismo, en Punta Mujeres se cerraron varias de las calles próximas a la costa y en el pueblo de Órzola el viento se llevó varias planchas de una obra pero que por fortuna no produjo ningún accidente.

Otro de los núcleos costeros más afectados fue el de Los Cocoteros en Guatiza (Teguise) dado que el mar llegó a entrar en algunas de las casas situadas en primera fila de la costa. En el pueblo de La Santa en Tinajo el oleaje obligó a la Policía Local a extremar la vigilancia para evitar accidentes como el de la semana pasada en el que un joven suizo fue arrastrado por las olas. Su cuerpo todavía no ha aparecido.

En Fuerteventura las rachas máximas se alcanzaron en Tuineje con 71 kilómetros a la hora, seguido por el aeropuerto con 68 y Antigua con 66 kilómetros. No obstante, no se produjeron daños de relevancia.

El Cabildo espera que a partir de hoy se desactive el Plan Insular de Emergencia al disminuir tanto la fuerza del viento como la intensidad del oleaje.