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La odisea de la linterna de San Ginés

El párroco logra, al fin, que se retire la estructura que corona el campanario de la torre de la iglesia

La odisea de la linterna de San Ginés

La linterna que remata el campanario de la iglesia de San Ginés se convirtió ayer en foco de atención en pleno casco histórico del centro de Arrecife. Ni los turistas de los dos cruceros que atracaron en el puerto de Los Mármoles y se toparon frente al templo con el camión autoescala de los bomberos del Consorcio Insular de Emergencias, se resistieron a inmortalizar con sus cámaras los preparativos para retirar la pieza.

El avanzado estado de deterioro de las cuatro columnas de madera de esa estructura, que amenazaba con desplomarse desde una altura de 27 metros (equivalente a un edificio de ocho o nueve plantas y algo menos de la mitad de la altura del Arrecife Gran Hotel), ha obligado a su retirada para evitar posibles percances en las personas y daños de tipo material.

El párroco de San Ginés, Miguel Hernández, había advertido al Cabildo, al tratarse de un inmueble protegido como Bien de Interés Cultural, desde julio de 2010, cuando varios cascotes se precipitaron contra el suelo, en diciembre de 2011 y julio de 2012 de la urgente necesidad de retirar el templete del campanario porque existía "peligro de derrumbe". El asunto volvió a la actualidad el pasado mes de febrero cuando rachas de viento superiores a 70 kilómetros por hora, inquietaron al cura porque desestabilizaban aún más la linterna.

El 26 de febrero el consejero de Patrimonio Histórico del Cabildo, Juan Antonio de la Hoz, ordenaba "con carácter inmediato" la retirada de la linterna y cinco días después el vicario general de la Diócesis de Canarias, Hipólito Cabrera, autorizaba dicha intervención. El escrito de la Diócesis llegó al consorcio el 9 de marzo. Fue el último paso para comenzar los trabajos.

La operación no ha sido nada fácil. Ante la imposibilidad de que los efectivos del consorcio pudieran llevar a cabo los trabajos en la mañana de ayer por las limitaciones de peso de la cesta de la autoescala para cargar las piezas desmontadas, tras alcanzar el ángulo y la altura de despliegue hasta lo alto de la torre, se decidió recurrir a una grúa de Transportes Tiagua. El peso de los elementos de piedra basáltica del sombrerete y las cuatro columnas de madera es de unos 900 kilos.

Ya por la tarde, los bomberos procedieron a desprender las bases de las columnas con una motosierra con la que no pudieron culminar las tareas, por lo que tuvieron que reemplazarla por otra. Una vez sueltos los barrotes, la grúa descendió toda la estructura en torno a las 19.10 horas.

Un camión de la Concejalía de Vías y Obras del Ayuntamiento de Arrecife depositó la linterna en una nave municipal hasta trasladarla a la cripta de San Ginés. Los técnicos de Patrimonio se encargarán de analizar el estado de la linterna para detallar las pautas de su rehabilitación. "Queremos que se restaure al máximo", afirmó el cura, satisfecho porque "ya no hay riesgos de daños". Eso sí, tanto él como los feligreses y vecinos consideran que "la nueva imagen de la torre a la que también falta el pararrayos, no pasará desapercibida".

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