La Casa de la Juventud de Arrecife, situada en la Vía Medular junto a la sede de la Cruz Roja, abrió ayer sus puertas tras una década sumida en el abandono. Era en noviembre de 2005 cuando el Ayuntamiento de Arrecife decidía cerrar las instalaciones de la Casa de la Juventud por los serios daños estructurales que ponía en riesgo la salud de los trabajadores y los usuarios.
"Esta obra es muy importante, no sólo para quienes llevamos gobernando los tres últimos años, sino para todos los jóvenes de Arrecife que llevaban demandando la reapertura de este espacio, que es de ellos, desde hace una década. Ha costado trabajo, pero por fin lo hemos conseguido", apunta Lemes.
La Casa de la Juventud acogerá entre otros servicios algunos de los que venía prestando el Ayuntamiento en otras instalaciones. Así, a partir de ahora se trasladarán las clases de apoyo a alumnos de Secundaria de familias con escasos recursos y los talleres de la Asociación para Personas con Discapacidad de Lanzarote (Adislan), así como otras actividades que se celebraban en el Centro Cívico de Arrecife, que ha visto reducido su espacio por acoger algunas aulas del colegio La Destila, que espera por su nueva construcción.
Pero será los fines de semana (viernes, sábados y domingos) cuando la Casa de la Juventud adquiera mayor protagonismo. "Queremos que esté abierta hasta pasadas las once de la noche con las actividades que organizaremos para los más jóvenes", destaca el animador sociocultural del consistorio Andrés Ginés González.
La Casa de la Juventud cuenta con dos plantas, un salón de actos para unas 200 personas y multitud de salas polivalentes (para danza y teatro, reuniones, juegos, ludoteca, ordenadores...). El Ayuntamiento pretende ceder algunas salas para las asociaciones juveniles pero no de forma permanente sino dependiendo de sus necesidades puntuales. El exterior del edificio cuenta también con una pequeña pista de skate con la que se pretende organizar campeonatos.
El Ayuntamiento sacó a licitación la obra por 176.265 euros de los que el Cabildo aportó 30.000, además de otros 52.369 euros para la adecuación de los exteriores del edificio y los jardines. "Ha costado trabajo, pero por fin lo hemos conseguido", apunta el edil de Juventud, Jacobo Lemes.
