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Mercasa solo mantiene un puesto de los 16 abiertos en los últimos cinco años

La empresa pública invirtió 1,2 millones de euros en la construcción del mercado del centro comercial Arrecife

Clientes en la pescadería del mercado de abastos, al fondo a la izquierda, en el centro comercial Arrecife. ADRIEL PERDOMO

El mercado de abastos que la empresa pública estatal Mercasa inauguró en marzo de 2010 en el espacio que hasta ese momento ocupaba el aparcamiento del centro comercial Arrecife, funciona con tan solo un puesto de los 16 de alimentación que se abrieron entonces. La pescadería Meromar es el único negocio que ha sobrevivido cinco años después de que Mercasa invirtiera 1,2 millones de euros en la construcción y equipamiento de esas instalaciones.

En su día Mercasa anunció que la apertura de esos negocios daría trabajo a 40 personas. Entre los establecimientos que se pusieron en marcha estaban una cafetería, una pastelería y tiendas de carnes, frutas, verduras, quesos, ahumados, encurtidos, charcutería y congelados, además de la pescadería.

La crisis y el precio de los alquileres, hasta hace dos años se pagaban 700 euros por local, y las peticiones entonces, sin éxito, de los comerciantes a Mercasa para revisar ese importe a la baja, son algunas de las causas de ese declive, según las personas consultadas por este periódico. A ello se suma la escasez de aparcamiento en la zona, aunque Mercasa adquirió un parking subterráneo en el edificio de viviendas cercano que no ha tenido mucha aceptación entre los clientes por lo incómodo que es maniobrar en su interior.

Chani Tavío, propietario de la pescadería Meromar, reconoció que "si hubieran más locales abiertos, desde luego me iría mejor". Y eso que hace dos semanas inauguró otro local en San Bartolomé. La principal clientela que tiene son los restaurantes. Una docena de barcos, mayoritariamente de La Graciosa, aunque también de Puerto del Carmen y Playa Blanca, le suministran el género fresco. Abre solo en horario de mañana y la empresa tiene una plantilla de cuatro trabajadores.

Tavío cree que los alquileres "son altos" y que esa ha sido una de las razones que han llevado al resto de comerciantes a abandonar. Lidia Álvarez es una de las clientas de Tavío. Aseguró que "es una pena que se hayan cerrado los puestos, ya que de mercado, lo que hay más bien es nada".

Con acceso desde la calle y desde el propio centro comercial, el mercado tiene una superficie de 1.150 metros cuadrados. Esa instalación formó parte de la primera fase de remodelación del centro comercial que continuó con el resto del edificio y la adquisición de 18 locales en los bajos del inmueble de pisos situado enfrente. La inversión en todas esas actuaciones se elevó a 11 millones de euros.

Aún así, menos de la mitad de los locales del centro comercial, sin contar con los del mercado, están ocupados a día de hoy. De los 36 locales distribuidos en la planta alta y baja y teniendo en cuenta que hay comercios que ocupan varios habitáculos, la oferta abierta no llega ni a 15. De los 18 locales del exterior, hay 8 abiertos, también con las circunstancias que hay establecimientos que se han asentado en más de uno.

El último negocio en abandonar el centro comercial, después de 21 años, es el hipermercado Eurospar, que ocupaba más de 2.000 metros cuadrados. Ha sido trasladado a la antigua sede de la cooperativa Cocelan, en La Vega. Abrió ayer al público.

Santiago Filgueira es dueño de la cafería El Kiosko, en la planta baja del centro comercial. Lleva allí desde el principio, hace 21 años. "La crisis nos afecta a todos, pero los supermercados han comido negocio al mercado y eso es tal vez lo que llevó a que fracasaran. De hecho, en sus inicios este centro fue un mercado de abastos", recordó el empresario.

Pilar Bethencourt, de Gabriel Foto, otro de los pioneros en el centro, tiene "esperanza de que abran nuevas tiendas".

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