Las moras, los nísperos, el hinojo, los higos de higueras, el tomillo, las naranjas y las mandarinas brindan por el volcán. Son los ingredientes de los licores que la empresa lanzaroteña Ecoagro San Bartolomé elabora de forma ecológica a través de su sello Vítaro Lanzarote, detrás del cual se esconde toda una filosofía de sostenibilidad. "Producir para conservar el paisaje y aportarle un valor añadido desde el punto de vista natural, social y económico", aseguró Ascensión Robayna, responsable del proyecto junto a Santiago Tabares y de Ecoagro San Bartolomé.
La producción licorera, de momento con la de moras, está en el mercado lanzaroteño (tiendas gourmet y restaurantes) desde el pasado mes de enero en botellas de medio litro después de una maceración de la fruta en alcohol que tarda "de dos a tres meses y el edulcorado con almíbar", aseguró Robayna. La graduación es de 15 grados, "en el límite para que una bebida sea considerada licor", precisó la empresaria.
Fincas centenarias de Masdache, Testeyna y Juan Bello, en la zona de La Geria, son los lugares en los que están los cultivos de los que se extraen las materias primas de Vítaro. Una denominación en la que están implicadas desde la palabras vita (vida en italiano) y taro (construcción rural en forma de torre circular utilizada, entre otros fines, para guardar aperos del campo), pasando por la primera sílaba de vides (Ecoagro San Bartolomé se dedica a la recuperación de parras centenarias) hasta las primeras sílabas de los apellidos Tabares y Robayna, explicó la licorera. "Un nombre en el que han ido coincidiendo distintos elementos casi sin pensarlo", dijo Robayna.
Las próximas variedades que están a punto de ser embotelladas son las de hinojo, níspero, naranjas y mandarinas, menos comunes que las elaboradas a base de moras, pero que ya han despertado la curiosidad de los paladares.
Una producción limitada
Las elaboraciones no se realizan en grandes cantidades, sobre todo, por el limitado rendimiento de las materias primas. Así, por ejemplo, de 300 kilos de moras salen unas 600 botellas, indicó Robayna, que procede de una familia con amplia tradición en la viticultura lanzaroteña. El precio de cada botella ronda los 16 euros. El museo de la Casa Amarilla del Cabildo y la tienda Mis Quesitos, ambos en la Calle Real de Arrecife, son algunos de los puntos en los que se pueden adquirir las exquisiteces de Vítaro Lanzarote.
Los licores están en proceso de obtener el certificado del Consejo Regulador de Agricultura Ecológica (CRAE), del que se dejará constancia en las etiquetas.
De las prácticas ecológicas procede el abono natural que Ecoagro San Bartolomé emplea para sus plantaciones, compuesto por el orujo de la uva, es decir, los restos inservibles tras el prensado del fruto, estiércol de camello y hojas secas de plantas medicinales como diente de león, valeriana y manzanilla, todo un cóctel de materia orgánica evolucionada y alimento sano para la tierra y las plantas del volcán conejero.
El proceso de ese compos, aseveró Robayna, se procesa en la parcela de Masdache en pilas de más de 15 metros de largo y 1,5 metros de largo y de ancho.
