En la historia de las fiestas de San Ginés no es habitual que una mujer dé el pregón que inaugure los festejos. ¿Cómo ha acogido usted esta invitación del Ayuntamiento de Arrecife?
Me extrañó que me solicitaran como pregonera porque no es usual que a las mujeres nos llamen para esto. Pero es cierto que, al igual que los hombres, tenemos la misma valía, por supuesto, y debemos tener más presencia en todos estos actos. ¿Por qué no lo vamos a hacer? Aunque en un principio dudé en hacerlo, sin embargo, me picó la curiosidad en que seré la tercera pregonera de San Ginés y por eso acepté. Las dos anteriores fueron Herminia Margarita Fajardo y Dolores Suárez Lubary.
El Ayuntamiento de Arrecife presentó el pasado miércoles el programa de actos con novedades como las sesiones de cine en el Charco y un recital de poesía. ¿Son las fiestas que se merece la capital?
No conozco el programa de este año, pero en mi pregón exalto las fiestas que conocí. No se debe perder la esencia de la isla ni tampoco introducir modismos que no han formado parte de la cultura nuestra. Se debe seguir con la fiesta tradicional adaptada a los nuevos tiempos y eso está en manos de los políticos, los educadores... Con el tiempo se verá.
Arrecife ha empezado a dejar de ser el 'patito feo' de Lanzarote y está dando pasos hacia la modernidad, pero aún queda mucho por hacer. ¿La historia de la capital se conoce lo suficiente y, sobre todo, se valora?
La historia de Arrecife no se conoce lo suficiente y no se valora ni se ha valorado. No ha habido interés en ello por parte de los políticos ni de los arrecifeños, que no han querido indagar en la historia de su ciudad. Arrecife ha tenido y tiene unas posibilidades impresionantes. Lo que pasa es que no se han tenido en cuenta por parte de los que han tenido el poder en su mano con la ejecución de los planes urbanísticos. No conozco ninguna capital que tenga un Charco de San Ginés ni ninguna bahía tan bonita como la de Arrecife. Hay que saber explotarla y cuidar la ciudad, como ha hecho la gente de Fuerteventura, que ha embellecido la isla porque los políticos se han empeñado en tener una isla bonita. Es un bien para toda la sociedad.
El Museo de la Historia de Arrecife se inauguró el pasado mes de diciembre en el Castillo San Gabriel. De alguna manera contribuye a paliar esa falta de conocimiento de la ciudad.
Sí. Lo que pasa es que hacen falta más museos. ¿Qué se le puede ofertar a la gente que viene de fuera en cuanto a actividades culturales? Está cerrada la Casa de la Cultura Agustín de la Hoz, no hay un museo etnográfico ni tampoco uno amplio de la historia donde se pueda ir conociendo tanto por parte de la población local como por quienes nos visitan. También hace falta cuidar la ciudad arquitectónicamente.
Arrecife tiene mucho patrimonio arquitectónico deteriorado y de alguna manera va perdiendo su identidad.
La especulación ha hecho estragos porque con premeditación, alevosía y nocturnidad se han tirado edificios emblemáticos. En el pregón digo que, aunque no tuviéramos una arquitectura maravillosa con un casco antiguo con rango de historia, era la historia que teníamos. La de una ciudad pobre, pequeña, porteña. ¿Por qué no haber conservado determinados edificios emblemáticos? Soy consciente de que no se puede conservar todo, pero alguna parte emblemática como la Calle Real o el casco de la plaza de la iglesia dan pena y la sensación es de ruina, pobreza y destrucción.
Esta semana han comenzado los preparativos de las obras para la nueva zona comercial abierta en la avenida de Arrecife. ¿Qué opina al respecto?
No conozco exactamente el proyecto. Lo único es que se va a peatonalizar y tendría que esperar para pronunciarme sobre eso. Soy partidaria de peatonalizar, sobre todo, en una ciudad que es pequeña y se puede transitar caminando. No sé si esa salida hacia el sur de la isla tiene una alternativa que pueda aligerar el tráfico, pues lo que no podemos hacer es taponar. Con esto no estoy diciendo que sea malo ni bueno. Tendría que conocer el proyecto y ver si la vía alternativa soluciona la salida hacia el sur.
El nuevo Plan General está en trámite. ¿Da respuesta a las necesidades de la ciudad?
No lo conozco, pero pienso que se debería explotar más la marina, y tomar una decisión sobre el Islote del Francés, una zona maravillosa para el disfrute de los ciudadanos. En esa zona debería ir el auditorio que aún no tenemos, ya que somos de las pocas islas que todavía no tiene una infraestructura de este tipo. Otras islas tienen dos y hasta tres auditorios y que la capital de Lanzarote no tenga ninguno, me parece tremendo. Con una buena arquitectura respetando el entorno debería construirse el auditorio en el Islote del Francés, a parte de otras posibilidades que pueda tener ese espacio, siempre para uso y disfrute de los ciudadanos. Ello unido a un arreglo y un cuidado esmerado del Charco de San Ginés, podría quedar una ciudad mucho más bonita.
Usted ha sido durante 31 años profesora en la Escuela de Arte Pancho Lasso, que cumplió un siglo de vida en 2013. ¿Tiene Lanzarote una deuda con ese centro educativo?
Por supuesto. Todavía la sociedad de Lanzarote desconoce la labor que se ha hecho desde la Escuela de Artes y Oficios. Su creación coincidió con la de los cabildos. El instituto de Segunda Enseñanza se fundó en 1928, con lo cual, la Escuela de Artes y Oficios, abría una posibilidad amplia a personas que se formaban en un oficio y les daba la posibilidad de hacerlo en muchas otras materias. A parte de Ebanistería o Dibujo Artístico, por ejemplo, también se impartían Gramática, Física o Química. Por el esfuerzo enorme del profesorado sus estudios han ido evolucionando y se han adaptado al régimen general de la enseñanza reglada. Es una escuela maravillosa que la sociedad sigue desconociendo y su trascendencia no ha sido valorada.
El propio San Ginés también es un gran desconocido para la población.
Sí. En el pregón doy unas pinceladas artísticas sobre el santo.
¿Qué le diría a la gente para que acuda a la fiesta?
Que participen de la mejor manera posible, cuiden Lanzarote y sean felices.
