La alegría llegó el pasado jueves a la Administración de Lotería Nº1 de San Bartolomé, situada en el centro comercial Deiland, en Playa Honda, con el numero 48633. Ese despacho vendió los diez décimos del billete, que resultaron agraciados con 30.000 euros cada uno en el primer premio de la Lotería Nacional del jueves. En total, 300.000 euros que han ido a parar a una decena de agraciados, entre ellos, la encargada de la administración, Saro Martín, quien celebró la fortuna de forma doble.
"Me siento muy contenta porque hemos dado aquí el premio y también porque me ha tocado. El décimo ya lo llevé al banco para que me ingresaran el dinero", afirmó ayer Saro desbordante de júbilo. Piensa en emplear la cuantía que recibirá en "tapar algunos agujeros. Hasta donde me llegue y los demás que se pongan a la cola a esperar el turno para pagarles", bromeó la lotera.
Los agraciados son clientes habituales del Deiland y hasta el mediodía de este viernes, cuatro afortunados habían pasado por el local para comunicar que habían resultado premiados. Una de las personas a las que sonrió la diosa Fortuna, explicó Saro, "es una señora, que hace poco sufrió un ictus y pasó por la administración el jueves tras comprarle un horno a su hija porque tenía dificultades económicas y no puede permitirse ese gasto para la casa".
Saro, quien es responsable del negocio desde hace cinco años, ha recibido en su cuenta otros premios, "pero de cantidades mucho más pequeñas".
El último sorteo de la Lotería de Navidad, celebrado el pasado 22 de diciembre, dejó cuatro millones de euros en Lanzarote correspondientes a la serie del número 13437 (El Gordo), vendido, precisamente, en el Deiland. "Hacía tiempo que queríamos dar un premio importante y lo dimos las pasadas navidades", recordó Saro.
La de este jueves no fue la única sonrisa de la suerte en Lanzarote esta semana. Una pareja de jubilados del barrio capitalino de Altavista se llevó el martes El Sueldo de Tu Vida del 'rasca' de la ONCE: 50.000 euros al contado y una paga de 1.500 euros al mes durante 15 años. El boleto fue vendido por la agente Guadalupe Reyes.
