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La Isla en fiestas Arrecife

Baño de colores a la carrera

Más de 500 corredores participaron en la novedosa prueba en la que los atletas son rociados con polvos de maíz

Inicio de la carrera de colores, ayer, en el parque Islas Canarias de Arrecife. JAVIER FUENTES

Arrecife se convirtió ayer en una ciudad multicolor con la primera celebración de la Holi Run o carrera de la felicidad en plena fiesta de San Ginés. El evento deportivo Fisiosan Colores Race congregó en la salida a medio millar de corredores adultos y 60 niños, según datos del organizador de la carrera, Gabriel García. La iniciativa generó tanta expectación, que unas 300 personas se quedaron sin participar porque se agotó el cupo de inscritos tres días antes de la cita de este domingo.

Era la primera vez que Canarias acogía una prueba de esas características, precisó García. Los deportistas fueron rociados con polvos de colores a la salida y en cada uno de los cinco kilómetros de distancia del recorrido del paseo marítimo entre la trasera del Arrecife Gran Hotel, en el parque Islas Canarias, y la urbanización El Cable.

La organización adquirió a una empresa de Berlín 1.000 kilos de maíz triturado coloreado con tintes naturales y otros 1.000 kilos repartidos en bolsitas de 75 gramos cada una que se entregaron a los participantes a la salida. Este material es "antialérgico y biodegradable", explicó García.

La primera explosión de polvos Holi en el cielo de la ciudad tuvo lugar durante el calentamiento para ir entrenando a los atletas, la mayoría de ellas aficionados. Una nube empolvada de violeta, verde, amarillo, rosa, azul y naranja desató la emoción del público, que esperaba impaciente el comienzo de la Fisiosan Colores Race.

La marea multicolor inició la carrera en torno a las 11.45 horas. Más que a ganar el público acudió a divertirse y a estrenar una nueva manera de hacer deporte, embarrada en colores, que se fue sacudiendo por el camino.

La Holi Run se inspira en el festival Holi del amor y los colores con el que la comunidad hindú recibe la primavera en países como India y Nepal y que se ha exportado a otras partes del mundo.

La idea de trasladarla a Arrecife surgió a raíz de que García viera en Internet la celebración de carreras de los colores en diversas partes del mundo, como en América, por lo que le pareció "una buena idea" proponer al Ayuntamiento de Arrecife que la incluyera en el programa de San Ginés, como así ha sido. La inscripción de los adultos costó diez euros y cinco en caso de los niños. El alcalde, José Montelongo, y el concejal de Festejos, Zebensuí Rodríguez, no dudaron en apuntarse a la experiencia.

García agradeció "las facilidades" que le ha dado el consistorio para llevar a cabo el evento y el apoyo de los patrocinadores.

El primero en llegar a meta fue Rafael Trinidad, perteneciente al Club de Triatlón Calimera de Fuerteventura. 14 minutos y 29 segundos fue el tiempo que tardó en recorrer los 5.000 metros. Su intención era participar el día anterior en la modalidad de diez kilómetros del trail Haría Extreme, pero cuando fue a apuntarse "ya era tarde". Se quedó "con las ganas" y no dudó en zambullirse en la Fisiosan Colores Race. "Ha sido un poco agobiante por los polvos, pero muy divertida", manifestó tras llegar al final.

En segundo lugar terminó Antonio González (Lucha), del Club de Atletismo Globara. "Soy atleta y en verano aprovecho este tipo de carreras populares para entrenar. Hoy me he divertido bastante", aseveró el corredor.

Jorge Torres, del Club de Atletismo San Miguel de Marín, en Pontevedra, aprovechó sus vacaciones en Lanzarote, isla en la que este gallego vivió ocho años, para calzarse las zapatillas y echarse a correr de nuevo este fin de semana después de haber intervenido el sábado en la Haría Extreme.

"Tengo dolor de piernas, pero no quería perder esta oportunidad por lo festivo de la carrera y por el buen ambiente que se respira", dijo Torres. Añadió que "actividades como esta son una buena manera de engancharse al deporte".

Torres es impulsor de la iniciativa Prohibido Rendirse, que consiste en la venta de pulseras (en verde y rosa), al precio de tres euros cada una de ellas, para colaborar con colectivos de personas con discapacidad y enfermos de cáncer. El mensaje es que "no debes tirar la toalla, sino seguir hacia delante en las situaciones o momentos difíciles", explicó el corredor. "Un punto de venta en Lanzarote es el centro de deportes de Apple Salud y Belleza de Costa Teguise", apuntó Torres.

En el ambiente festivo imperaban más las mallas y los pantalones cortos que los disfraces. Sara Camacho fue la primera mujer en terminar (18 minutos y 20 segundos) y acudió de hawaiana.

La deportista se unió a la lluvia de colores junto a un grupo de amigos que participaron con la misma caracterización. "Desde luego que ha sido una carrera diferente y ha llamado mucho la atención", comentó Camacho.

Sumaya Mohamed, la segunda en el podio femenino aunque no se trató de una competición, lo tiene claro: "No soy mucho de correr, pero repetiría la experiencia. Espero que vuelva a celebrarse una carrera como esta", señaló mientras retiraba de sus ojos y su frente los restos de polvos.

Eva Cortiella fue tercera y Alicia Chance, cuarta. Ni ella misma se lo esperaba. "Me animé con la carrera de Mozaga y ahora me apunté a esta de colores. Me costó llegar pero lo pasé muy bien".

No todos apretaron el paso, pues hubo quienes se detuvieron por el camino para retratar con selfis la ducha de colores. Fue el caso de la familia Armas González. Ana González y Federico Armas acudieron con sus hijos Marta y Francisco. "A todos nos picó la curiosidad por esta carrera y no quisimos dejar de venir", apuntaron.

También hubo quien se la planteó como un paseo. Alberto Marín es aficionado a las caminatas y aprovechó la Fisiosan Colores Race para cumplir con su promesa de caminar, al menos, "tres kilómetros al día".

Una cuba de agua refrescó a los coloridos deportistas, a los que esperaban plátanos y porciones de piña y melón para recuperar fuerzas, además de bebidas isotónicas.

También hubo sorpresas para los corredores, medallas para los niños que formaron parte de la iniciativa y sorteo de regalos por parte de las empresas colaboradoras. Sesiones de fisioterapia, descuentos en material deportivo, billetes para viajar en barco y comidas en restaurantes fueron algunos de los premios que se rifaron con los números de los dorsales como referencias para las rifas. Fueron los ingredientes de la capital del color.

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