La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Arrecife

82 años de milagro

María del Pino González lleva varios años en cama y los bomberos la salvaron de un incendio

Juan Severo Pérez, junto a la cama de su madre en su vivienda de Arrecife. LP / DLP

María del Pino González cumplió ayer 82 años, pero en realidad volvió a nacer en la medianoche del pasado viernes. Esta anciana viuda originaria de Gran Canaria, impedida en su cama desde hace varios años, está viva gracias a la rápida intervención de los bomberos del Consorcio de Emergencias, que la salvaron de lo que pudo convertirse en una desgracia.

Los efectivos tuvieron que valerse de una escalera para poder acceder a la casa. La mujer estaba sola entre las cuatro paredes en las que vive en condiciones infrahumanas sin luz eléctrica (tiene una fuente de luz solar) en la calle Artemisa de Arrecife, cuando uno de los vecinos alertó a los servicios de emergencia de que salía humo de la vivienda.

Como de costumbre, cada martes y viernes su hijo Juan Severo Pérez, de 57 años, tal como reconoció él mismo ayer, había dejado una vela encendida en el cuarto contiguo en memoria de su hermano Iván, fallecido hace cinco años por problemas de toxicomanía, porque su madre así se lo pidió en su día.

El viernes Juan se olvidó de apagar la lumbre que había dejado en el interior de una maceta con tierra y se marchó a su domicilio en el barrio capitalino de Argana Alta. Cuando fue localizado por la policía tras el incidente se presentó de inmediato en el inmueble de su progenitora.

"Siento mucho lo que ocurrió. Siempre dejo la vela en la maceta por si cae algo de cera para que no queme nada, pero esta vez me fui a mi casa después de estar con mi madre durante todo el día y no me acordé de apagarla. Menos mal que no llegó a más", afirmó ayer Juan Severo mientras recogía los restos del conato de incendio que se produjo en un cuartucho lleno de enseres que se amontonan por el suelo, las paredes y mobiliario y que difícilmente permiten moverse por el habitáculo. Lo mismo ocurre con la estancia en la que pasa los días María del Pino.

Los únicos ingresos que recibe son los 300 euros de su pensión de viudedad, indicó su hijo, en paro y con una ayuda de 426 euros.

La señora regresó a su casa hace tan solo cinco días después de haber pasado poco más de un mes en el Hospital Insular "por un problema de huesos", aseveró Juan Severo. María del Pino, indicó su hijo y así lo confirmó ella, se niega a ingresar en una residencia y rechazó la ayuda a domicilio que le prestó la Concejalía de Servicios Sociales en 2013 por su precaria situación. "Las mujeres se tuvieron que ir porque mi madre se resistía", recordó Juan Severo, quien manifestó que pasa "mañana, tarde y parte de la noche" con su madre. Ayer volvió a encender la vela. La Policía Nacional ha puesto el caso en manos de la Justicia.

Compartir el artículo

stats