Una de las incógnitas que todavía queda por resolver sobre el origen del apellido Calleros en Lanzarote está relacionada con la esclava mora Mejeida o Meyeida que tras ser bautizada adoptó el apellido de esta estirpe. Fue a través de una documentación de la Inquisición de Canarias, donde se localizó el origen en Lanzarote del apellido Callero y su unión con los Sosa de Oigue de Teguise.
El expediente iniciado por el lanzaroteño Antonio de Sosa cuanto trataba de justificar la limpieza de sangre de su familia diciendo que procedían de cristianos viejos (cuatro generaciones de cristianos), para lograr la ordenación sacerdotal de su hijo Gonzalo, demostró para su sorpresa que la familia por parte materna era descendiente de moros.
"¿De dónde le vino este apellido?", se pregunta el cronista de Teguise, Francisco Hernández. "Nosotros hemos consultado el Diccionario de Conquistadores de Canarias, en el que se recoge los que vinieron y murieron en la conquista, los que venían como militares o por reducción de una situación penal, que terminada la conquista abandonaron las islas, los que se asentaron temporalmente y luego se fueron y los que se establecieron en las islas formando o no familias en ellas. No existe ni uno que llevara el apellido Calleros.
En lo que se refiere al segundo apellido que toma su hijo Medina, vemos que de los 12 conquistadores de Canarias con apellido Medina, el único que estuvo en Lanzarote, fue Cristóbal Medina, que era miembro de la Hermandad de Sevilla, enviado a las islas por los Reyes Católicos a la conquista de Gran Canaria, que salió del puerto de Sanlúcar el 1 de noviembre de 1481.
