En tres meses de campaña en el Archipiélago Chinijo, 60 voluntarios de WWF han retirado 10 toneladas de escombros y 720 kilos de otros residuos de las costas de La Graciosa. Este fin de semana ha concluido la campaña de voluntariado de verano en el espacio protegido canario, que se lleva celebrando desde hace 17 años con el apoyo del Organismo Autónomo de Parques Nacionales. Con el traslado, a final de este mes, de los residuos al Complejo Ambiental de Zonzamas en Lanzarote, WWF concluirá la campaña de voluntariado que viene desarrollando en el Parque Natural del Archipiélago Chinijo desde el pasado mes de julio.

Desde 1998, 1.400 voluntarios han colaborado con WWF en las actividades de protección, estudio y divulgación de los valores naturales del Parque Natural del Archipiélago Chinijo. Son 17 años contribuyendo a la conservación de este espacio marítimo - terrestre, el más importante de las Islas Canarias y que recientemente ha sido incluido en la Red Mundial de Geoparques de la Unesco. El programa está apoyado por el Plan de Acción del Voluntariado del Organismo Autónomo de Parques Nacionales. La campaña de este verano, que se ha celebrado desde julio hasta finales de septiembre, también ha contado con la colaboración del Ayuntamiento de Teguise.

Durante tres meses, los 60 voluntarios de WWF han ayudado en la restauración de antiguas escombreras situadas en la costa de La Graciosa, retirando unas 10 toneladas de escombros que han sido trasladados al Complejo Ambiental de Zonzamas en Lanzarote. Además, por la costa se retiraron 720 kilos de otros residuos: colillas, envases de plástico y aluminio, recipientes con sustancias nocivas para el medio ambiente, metales, vidrios, redes y cabos de grandes buques. La mayor parte de estos residuos son arrojados al mar por embarcaciones de todo tipo que pasan por las Islas, y terminan acumulándose en las costas orientadas al norte.

Otras actividades realizadas por los voluntarios fueron el control de especies de flora introducidas, la restauración del antiguo vertedero de La Graciosa, estudios de flora amenazada, aves marinas e invertebrados del intermareal.

Además se efectuaron juegos y talleres medioambientales para los niños residentes en la isla, y se puso a disposición de los cuarenta mil visitantes que recibe La Graciosa cada verano toda la información necesaria para desarrollar una visita respetuosa con el entorno. Un total de 6.000 turistas han sido atendidos personalmente por los voluntarios en el punto de información del Organismo Autónomo de Parques Nacionales instalado en el puerto de Caleta del Sebo, donde se les sensibilizó sobre las basuras generadas durante su visita, y se repartieron 300 ceniceros de playa y 5.000 bolsas de basura para facilitar al visitante la recogida de sus residuos.