"He vivido una situación espeluznante". El médico Jaime Medal, que ha venido desarrollando su trabajo durante siete años en el centro de salud de La Graciosa está totalmente destrozado tras la decisión de la Gerencia del Área de Salud de Lanzarote de trasladarle de la octava isla, junto al resto del equipo sanitario de este centro, por entender que las relaciones personales entre los trabajadores no son buenas repercutiendo en el buen funcionamiento del consultorio.
En el expediente del traslado del personal del centro de salud graciosero se asegura que "los escritos recibidos y reclamaciones verbales presentadas ante esta Gerencia de Servicios Sanitarios ponen de manifiesto la situación actual de los dos equipos asistenciales del consultorio local en el que el deterioro de las relaciones personales entre ellos es patente repercutiendo ello en el trabajo diario y por ende en la asistencia sanitaria prestada a la población de La Graciosa", sostiene el informe.
Un expediente que para Medal, al igual que asegura el otro médico de La Graciosa, Javier Moreno, es "totalmente injusto" dado que el conflicto se debe a la actitud de uno de los dos enfermeros del centro de salud. De hecho, Medal ha presentado multitud de escritos a la Gerencia del Área de Salud detallando "el calvario" que ha vivido durante los últimos años en Caleta de Sebo.
Según los escritos aportados por Medal a Sanidad durante este tiempo ha recibido amenazas de muerte, se le ha difamado entre los vecinos de La Graciosa e incluso el enfermero denunciado ha llegado a entrar en su correo personal apropiándose de secretos personales, según relata. "Lo que no puede decirnos Sanidad es que todos los trabajadores del centro de salud nos llevamos mal porque no es cierto, aquí solo hablamos de una persona determinada que es la que ha generado todo el problema", señala Medal que el 25 de octubre empezará a trabajar en el centro de salud de Playa Blanca.
Uno de los hechos más graves denunciados por este médico tuvieron lugar en octubre del pasado año después de atender a un paciente de madrugada. Según relata Medal el enfermero llamó al 112 asegurando que estaba encerrado en un cuarto porque el médico quería matarle. "Yo estaba en mi casa cuando me llamó el 112 y no daba crédito de lo que me contaban". De hecho, la Guardia Civil se trasladó hasta el apartamento del enfermero para saber lo que estaba ocurriendo.
En otro de los escritos, Medal asegura que el enfermero llegó a ir por las casas de algunos pacientes para difamar a los médicos "alegando actuaciones médicas según él erróneas sembrando obviamente el desconcierto y la confusión entre los pacientes".
El enfrentamiento con el enfermero ha llegado incluso a los juzgados y en octubre del pasado año el Juzgado de Paz de Teguise condenó, según Medal, a este enfermero por una falta de amenazas. No obstante, el médico también ha acudido a la vía penal contra su compañero. "Existen múltiples denuncias de usuarios contra el enfermero y ninguna contra mí", señala el médico de familia.
El gerente del Área de Salud de Lanzarote, José Luis Aparicio sostiene que el traslado de todo el personal del consultorio de La Graciosa (los dos médicos y los dos enfermeros) es la mejor solución para los habitantes de la octava isla. Aparicio deja claro que el servicio se cubrirá con otros dos médicos y dos enfermeros. "Estoy seguro que los gracioseros nos lo agradecerán", afirma.
El informe de la Gerencia pone de manifiesto también "la elevada demanda psicológica a la que están sometidos los equipos asistenciales del consultorio local de La Graciosa en sus relaciones con los usuarios al tratarse de una población reducida y muy cercana". Los médicos aseguran que van a recurrir el expediente del traslado y no descartan, en el caso de que se les rechace, acudir a los tribunales. "Jurídicamente no se sostiene este informe", indica Medal que resalta que entre el personal, a excepción de uno de los dos enfermeros, existe total unidad.
