Nicolás Martín, Isabel Reyes, Félix, Carmelo y Domingo Hernández tienen ya callos en las manos de tanto achicar agua y levantar alcantarillas cada vez que llueve con cierta intensidad en Arrecife. Estos vecinos del barrio de La Vega, que tienen sus domicilios y negocios entre las calles Triana y Portugal de la capital conejera volvieron ayer a sacar sus botas de agua para intentar el mar de agua y barro que les entraba por las puertas de sus casas tras una tromba de agua de unos 20 minutos.
"Ya estamos hartos", confesaban mientras veían como una vez más estas calles del centro de Arrecife se anegaban de agua. "Aquí no viene nadie y hemos tenido que ser nuevamente nosotros los que abramos las tapas de las alcantarillas", señala Domingo Hernández que denuncia que ni el Ayuntamiento ni el Cabildo ponen solución a este grave problema. "Estoy quemada", terciaba Isabel Reyes.
Fue sobre la una de la tarde cuando una nueva tromba de agua cayó sobre Arrecife y Costa Teguise, horas después de que el Consorcio de Seguridad y Emergencias de Lanzarote desactivara la situación de alerta máxima en la que se encontraba el Plan Territorial de Emergencias de Lanzarote (PEIN-Lanzarote) tras su activación por parte del Cabildo el jueves.
La capital volvió a sufrir sus serios problemas en las infraestructuras con alcantarillas reventadas y calles anegadas. El Charco de San Ginés se tiñó de marrón por el río de lodo que bajaba por las Cuatro Esquinas.
Una lluvia que volvió a cebarse con Costa Teguise y fundamentalmente con la playa de Las Cucharas, que el día anterior había visto como parte de su paseo y varios locales comerciales quedaban llenos de fango y agua. El propietario del restaurante Bacchus, Karl Fuchs, situado en primera línea de esta playa mostraba ayer su indignación por lo sucedido el sábado por la tarde. "El agua ha cubierto todo el restaurante", aseguraba momento después de pedir al Ayuntamiento una serie de sacos de arena para tratar de que no volviera entrar el agua.
Cuantiosos daños
El coordinador de la empresa de vigilancia y socorrismo de las playas de Teguise, Francisco Muñoz, señaló que la fuerza del agua que bajaba por los barrancos de Costa Teguise provocó enormes destrozos en una parte de la playa y paseo de Las Cucharas. De hecho las instalaciones de vigilancia y el balneario recién inaugurado estaban ayer inutilizados por el lodo.
Donde también hacían recuento ayer de los daños era en Haría, al ser uno de los municipios más afectados por el mal tiempo. El Ayuntamiento de Haría acogía ayer una reunión entre representantes del Cabildo de Lanzarote, el Consorcio de Seguridad y Emergencias y el propio Consistorio norteño, en la que se decidió activar un plan de actuación ante los efectos de las fuertes lluvias caídas el viernes cuando se registraron hasta 90 litros por metro cuadrado en algunas zonas del municipio. Entre las medidas acordadas , se planteó solicitar la declaración de zona catastrófica por los daños ocasionados.
Así, las distintas administraciones acordaron iniciar de inmediato cuantas acciones sean necesarias de cara a paliar los importantes daños ocasionados por el temporal, así como el uso de maquinaria y distintos recursos para proceder a la limpieza y el adecentamiento de espacios públicos y viales y facilitar el acceso a las viviendas afectadas por las inundaciones.
Igualmente, el Consistorio norteño ha decidido crear una oficina de atención al ciudadano para que todas aquellas personas que hayan sufrido desperfectos en sus fincas agrícolas puedan acudir y realizar una valoración de daños en las mismas. Las localidades más afectadas fueron Tabayesco, Punta Mujeres, Arrieta y Órzola, donde llegaron a caer entre 60 y 90 litros por metro cuadrado, en apenas dos horas.
En Arrieta los trabajadores del chiringuito situado en la playa de La Garita se dedicaron ayer a limpiar el barro en vez de servir cañas y tapas de pescado y paella como suelen hacer. "En los 16 años que tenemos abierto este chiringuito nunca había visto nada parecido", aseguraba su propietario, Paco Ramírez. El teniente de alcalde de Haría, José Duarte, reconocía que el barranco de Temisa se había desbordado como nunca lo que ha provocado serios destrozos en la playa de La Garita.
La bahía de Órzola era ayer de color marrón por el barro depositado en sus fondos tras las intensas lluvias. Un problema que ha acabado con parte de la fauna y flora marina de esta bocana y que podría ocasionar problemas en la operatividad del muelle que une Lanzarote con La Graciosa.
El Consejo Insular de Aguas de Lanzarote y Puertos Canarios han suscrito un convenio de colaboración para la cofinanciación de las obras de encauzamiento del barranco de Órzola consistentes en el desvío de su cauce desde su actual desembocadura en dirección a la costa sur, fuera de la bocana del puerto. Sin embargo, este proyecto todavía no ha visto la luz. "Desde que se construyó en la parte alta de Órzola se desviaron todos los barrancos hacia el puerto", señalaba ayer Marcial Armas, que vive justo al lado de la desembocadura del barranco.
Gran parte de las carreteras que se cerraron el pasado sábado quedaban ayer reabiertas. Sin embargo, según informa el Consorcio se prevé que el cierre temporal que sufre la LZ 402 desde Caleta de Famara hasta el Molino de Famara en Teguise se prolongue hasta hoy lunes. Este tramo puede recorrerse por la conocida como carretera de la costa o también como carretera de la playa.
