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"Yo cogí la droga, mi sargento"

Las mordidas del guardia civil A. T. A., su novia militar y las pesquisas del cabo Fonseca

A. T. A. ya no trabaja en el cuartelillo de Costa Teguise, en Lanzarote, sino en La Candelaria, en Tenerife. Obtuvo el traslado en 2010, unos meses después de que sus superiores en la Guardia Civil lo denunciaran por quedarse con pequeñas cantidades de droga. Se trata de la cocaína, el hachís y la marihuana que el Grupo de Seguridad Ciudadana requisaba en toda la isla, casi siempre en locales de ocio nocturno y sus alrededores, con el objetivo de controlar el consumo para castigarlo mediante sanciones administrativas. Por esas mordidas, entre el gramito de coca y las chinas de chocolate, el agente se juega ahora dos años y tres meses de prisión, una multa y la expulsión del Instituto Armado si finalmente resulta condenado por el jurado popular, que ayer comenzó a enjuiciarlo en la Audiencia de Las Palmas.

Claro que A. T. A. lo niega todo. Es más. Le echa la culpa al cabo Fonseca, que era el jefe de su grupo, pues le tendió una "trampa" en la que cayó "como un pardillo", según relató al tribunal en la primera sesión del juicio. Al cabo Fonseca y a su novia. "Era militar y estaba enamorado, lo menos que me esperaba es que consumiera", respondió el acusado para justificar porqué en el registro de su domicilio se encontró una fiambrera con estupefacientes. En concreto 25,3 gramos de hachís valorados en 132,61 euros, 3,15 gramos de maría que ascendían a 12,63 euros y 1,35 gramos de cocaína por valor de 80,52 euros.

Y hasta ahí la estrategia de la defensa, que tacha el registro de ilegal e insiste en que a A. T. A. le "montaron una trampa de forma chapucera". ¿Cómo? Mediante una "entrega controlada" de droga sin autorización judicial, añade. Por eso su abogado, Santiago Ruiz, reprocha a la Guardia Civil que "provocara" el delito. El imputado asegura que se limitó a tramitar la droga contenida en un sobre suministrado por su superior, contra quien cargó por la supuesta falta de control en la gestión del servicio y otras irregularidades.

El fiscal, Ignacio Stampa, recordó al agente que en el juzgado admitió los hechos con frases del tipo "sargento, es verdad, he cogido la droga" o para "que se la queden otros, lo hago yo". El representante del ministerio público calificó de "barbaridades" las insinuaciones del acusado, y cuestionó que apelara a una "conspiración" tipo "Indiana Jones" para sembrar dudas sobre el cabo Fonseca con la finalidad de eludir su responsabilidad.

El juicio, que se celebró en sesión de mañana y tarde con la declaración de más guardias civiles en calidad de testigos, continúa hoy en la Sección Primera de la Audiencia, con sede en la capital grancanaria, bajo la dirección del magistrado que preside el jurado, Ignacio Marrero.

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