Cinco siglos de historia en el jable. El yacimiento arqueológico del Fiquinineo-Peña de las Cucharas que se encuentra en el centro noroeste de Lanzarote está considerado como uno de los enclaves históricos de referencia sobre el pasado aborigen y el devenir histórico de la isla. De hecho los restos arqueológicos encontrados en esta excavación desde que en el año 1986 se iniciaran los trabajos datan desde la época aborigen de los majos ( de momento fechados en el siglo XIII) y hasta su abandono definitivo como lugar de hábitat a finales del siglo XVIII.
Los nuevos trabajos de investigación que se están desarrollando desde el pasado mes de octubre por la empresa Prored Sociedad Cooperativa Arqueología, Patrimonio y Sociedad en la denominada Casa Honda, en la zona sur del yacimiento, y financiados por el Cabildo de Lanzarote ha sacado a la luz la existencia de una bola de cañón localizada entre dos bloques del muro interior, muy próximo en el acceso de esta vivienda.
"Esta bola de cañón está en estrecha relación con el último momento de reparación de los muros interiores de la peña, probablemente durante el siglo XVI-XVII, coincidiendo con los diversos ataques piráticos en esta zona de la isla", destaca Efraim Marrero, uno de los investigadores de la actual campaña junto a Ithaisa Abreu y Juan Carlos García Ávila.
Los estudios se centrarán ahora en conocer si este yacimiento también sufrió de forma directa los ataques de los piratas, aunque los objetos encontrados (como la bala de cañón, hojas de cuchillo de hierro y una empeñadura de una espada) sí demuestran que sus habitantes conocieron de la existencia de estos ataques.
Según los investigadores las intervenciones arqueológicas han aportado cuantiosos datos "que nos indican que La Peña de las Cucharas fue un lugar de ocupación durante el desarrollo de la cultura aborigen y que experimentó un uso posterior, una vez finalizada la conquista normanda de la isla en 1403. La llegada de población morisca a la isla como resultado de las cabalgadas, que desde Lanzarote se efectúan en el continente africano para abastecer de mano de obra esclava a la población europea residente en la isla, le otorga vigencia al asentamiento", destacan.
Los objetivos de la actual campaña, que finalizará la próxima semana, se centran en la excavación del nivel de derrumbe de parte de la techumbre de la Casa Honda y en su posterior análisis con herramientas digitales de reproducción en 4 dimensiones. La tecnología a emplear consistirá en el uso de la fotogrametría y escáner 3D para así generar una imagen lo más real posible de la estructura e inferir en las técnicas arquitectónicas empleadas en la construcción de este yacimiento.
Los investigadores han procedido a la retirada de los grandes bloques de derrumbe de los muros de la entrada en el acceso a la Casa Honda, gracias a las labores de un camión grúa, poder definir las dimensiones reales del acceso original al interior de la Peña de Las Cucharas.
"Hemos tenido que utilizar una grúa para retirar los bloques de la techumbre ya que como mínimo se necesitarían de al menos tres personas para moverlo", destaca Efraim Marrero, quien resalta la existencia de una vivienda con techumbre de piedra, construcción poco habitual en Canarias.
Según el estudio La reconstrucción arqueológica de un enclave habitacional en la comarca de Fiquinineo, el Jable de Arriba "es un hecho comprobado que históricamente las personas que habitaron en esta franja aprovecharan la existencia de la colada de lava del Pleistoceno para realizar sus construcciones arquitectónicas".
La existencia del yacimiento de Peña de Las Cucharas fue dada a conocer a través del inventario arqueológico de Lanzarote, en la segunda mitad de la década de los setenta del pasado siglo. Con posterioridad se incorpora a la literatura arqueológica cuando el historiador José de León publica El Jable, poblamiento y aprovechamiento en el mundo de los antiguos mahos de Lanzarote y Fuerteventura".
Los estudios sobre este enclave se iniciaron puntualmente y no de forma inmediata, desarrollándose una primera campaña en 1986. Con posterioridad, el yacimiento fue objeto de una serie de expolios que motivaron los inicios de las intervenciones de forma sistemática a partir de 2009. "Desde entonces las sucesivas campañas arqueológicas han permitido recuperar, en la medida de lo posible, la información sesgada por la acción expoliadora, pero no la que irremediablemente se perdió, estableciendo una línea de investigación en torno al yacimiento y zona de El Jable", recalca el estudio sobre la reconstrucción de este enclave.
Según avanza la investigación "se acentúa la hipótesis de que Fiquinineo, además de ser una aldea -cuyos límites se extendía desde Las Cruces a La Peña de las Cucharas-, era una amplia comarca que cubría parte de El Jable de Arriba, incluyendo lugares tan distantes como La Cautiva, próximo a Tao, La Hoya de la Plata, cerca de Tiagua y La Peña de las Cucharas".
El Cabildo lanzaroteño adquirió la parcela del terreno circunscrito a La Peña de las Cucharas (128.740 metros cuadrados), con el fin de convertirlo en propiedad pública, investigarlo y dotarlo de un Parque Arqueológico para el uso y disfrute ciudadano, facilitando así el conocimiento histórico del enclave arqueológico, uno de los más peculiares y relevantes de la isla.
Estas iniciativas no se llegaron a emprender y en el año 2009 atendiendo a los reiterados expolios de los que fue objeto el yacimiento, nuevamente a instancias de José de León, el Gobierno de Canarias y el Cabildo conejero se procede a retomar las labores de excavación y restauración de La Peña de las Cucharas.
